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Los spots electorales vienen a ser a la política lo que el chorizo a los potajes, dan sabor y color a lo que supone una rutina electoral de noticias aburridas en periódicos y telediarios. Es un formato que bajo la rigidez de su objetivo ofrece una gran escala de grises. Y en cada pequeña variación hay un universo diferente.
¿Por qué someternos voluntariamente a esta bendita tortura? Bueno, estábamos realizando un falso spot electoral, "Yo creo", sobre un político populista y conservador como ejemplo para la convocatoria "Radical Democracy". Queríamos ver qué perfil dan a cámara, cuáles son sus argumentos, qué lenguajes audiovisuales usan, cuáles son sus grietas. Partimos de la convicción de que nuestro manierismo no alcanzaría la depuración estética, la pureza discursiva y, básicamente, los niveles en el risómetro de los spots electorales ’reales’.
Esto no es una documentación exhaustiva, para eso está el proyecto Spots electorales. Estos son los anuncios que nos han servido como guía para comprender el espectáculo de la democracia e intentar replicarlo, siendo conscientes de que la realidad supera a la ficción, o de que las ficciones sobre la realidad siempre superarán a la ficción por la risión.
"Rajoy en acción". Lo mismo visita una central lechera que da paseos recreativos por la playa. "Rajoy en acción" utiliza el lenguaje del making of porque parece mostrar la realidad tal y como es, en contraste con el aparataje escenográfico del spot electoral. La culminación estética de este ’ahora vas a ver la realidad’ ocurre en la pieza llamada "Es Rajoy". En ella, vemos a diferentes políticos del Partido Popular apoyando la candidatura; tienen que decir una frase y, como revelando el acartonamiento de la idea, en los instantes previos vemos a los políticos viviendo, mirando al infinito, mostrándose tal y cómo son: campechanos, cercanos, humanos. Para apoyar la brillante idea no se escatima el uso del zoom nervioso, e incluso hay momentos en los que el objetivo de la cámara está muy sucio. No nos dejemos engañar, tras la torpeza hay una mente brillante. O, bueno, a lo mejor no.
Una constante muy enigmática en los spots electorales de los últimos tiempos es la aparición de una tablet, siempre está ahí, normalmente ocupando un lugar discreto. Es posible que sea la misma en todos, nos lo ha dicho el jefe de prensa de un partido. Sin embargo, podemos decir que se le intuye un fulgurante ascenso al estrellato desde que apareciera como figurante en el vídeo de Rajoy. Aquí cruzó el charco para protagonizar la campaña de Ricardo Gil Lavedra.
En Argentina por alguna razón son los jefes del pensamiento sintético, su capacidad para resumir en una imagen las necesidades de un país es inquietante. La mayoría de sus spots prometen la extinción de la corrupción, como si la corrupción no fuera inherente al sistema, como si no se les viera la corrupción en la cara. Si hubiera que elegir el gesto más representativo de la interpelación audiovisual directa, es probable que pensáramos en Lincoln invitando a alistarnos. I want YOU. El segundo gesto universal podría ser el que vemos en el segundo 30 de "Gente en acción": tocarse el bolsillo de la chaqueta. Esta seña puede explicar por sí misma los cimientos que construyen el capitalismo: los dineros para los hombres blancos que llevan chaqueta.
El dinero. Viene siendo habitual disfrazar los intereses económicos de identidad, que suele ser una e incorrupta. Por eso abrazamos sin contemplaciones que Gallardón sea tan honesto. En este spot, un buen señor va, calculadora en mano, tasando los edificios construidos por el ex-alcalde de Madrid. Como es una serie, proponemos un cuarto episodio en el que nuestro protagonista tase la construcción definitiva hecha por el gran político; una escultura, una escultura gigante: su POLLA, la polla de Gallardón a escala 100.000:1.
Las pollas son muy importantes en los spots electorales. Porque tú, macho, ¿qué prefieres? ¿Niñas con escote y minifalda, catalanas y españolas saltando a la comba o prefieres a seres con burka al ritmo de tonadillas pseudo-terroristas? Josep Anglada sabe bien lo que quieres:
Hemos de reconocer que en "Yo creo" plagiamos descaradamente el «primero los de casa» de Anglada: «primero tú, y luego los demás». También copiamos sin vergüenza la idea de tirarnos a la calle con nuestro candidato y hablar con el populacho, como hace Eloy Sánchez. Político en sitios. Explicar como acontecimiento lo que no debería haber dejado de ser lo normal. Cuando los políticos se acercan a la calle como anécdota, es momento de que los ciudadanos se acerquen a la política como deber. O eso creemos.
«Manolo, las reuniones no valen para nada»
Si Mariano es un héroe carnal, el señor Ruiz de Lopera, aunque no se dedique al noble arte de la política, sí es un superhéroe. En su vídeo "Lopera salva al Betis" salva al Betis. En una mano sostiene el teléfono, mientras mira el reloj en su otro brazo. Habla: «necesito aproximadamente 800 millones de pesetas en 25 minutos». Esta brillante construcción audiovisual nos deja con la certeza de que si Lopera no nos ha sacado de la crisis es porque todavía no se ha pasado por el banco para cambiar sus pesetas en euros.
Al final descubrimos que en periodo electoral el pueblo es más fuerte, el pueblo disfruta de capacidad fabuladora, capacidad de proyectar en la realidad, en los cuerpos de la política sus fantasías. Durante los periodos electorales la política puede ser lo que nosotros queramos, lo que pidamos que sea. En nuestro último vídeo inspiracional comprendimos que este señor ’modelo cuñao’, con su increíble capacidad para el travestismo (nos remitía primero a Chaplin y luego a Mortadelo), podía ser la sublimación del político en periodo electoral.
Vamos a aprovechar que estamos en periodo electoral, que se acercan las "Elecciones Europeas", vamos a divertirnos, vamos a obligar a los políticos a que se disfracen de lo que queremos que sean. Queremos que Gallardón se deje el bigote a lo Hitler, queremos que Fernández Díaz salga con un parche en el ojo a defender el uso de las bolas de goma en la frontera, queremos que Pablo Iglesias se vista de mujer para reivindicar el voto femenino. Eh, espera, ésto no, Pablo, ÉSTO NO.
Que disfruten ustedes de lo votado.
El vídeo resultante de nuestra investigación, que no puede ser más que una débil sombra del éxtasis megalómano de las producciones en serio, se llamó Yo Creo, estaba protagonizado por Fran Torres, producido por Nuria G. Atienza, la fotografía fue dirigida por Guillermo Marrufo, Felipe G. Gil de ZEMOS98 fue productor ejecutivo, y yo lo dirigí.
"Yo creo" forma parte de la convocatoria "Radical Democracy" que busca vídeos con propuestas ciudadanas a los problemas políticos, económicos y sociales que nos ocurren en Europa. Aquí se encuentra la información básica del concurso, junto a un enlace con las bases para participar. Tienes hasta el 13 de abril para mandar tu propuesta de cambio en formato audiovisual de 3 a 5 minutos de duración.
La imagen que encabeza el texto está tomada de uno de los capítulos del videoblog de Mariano Rajoy, "Rajoy en acción".