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Tags Copyleft, Crowdsourcing, Humor, Low cost, Política, Remix, Youtube
«Reduce tu consumo de cine comercial. Reutiliza tu cine casero. Recicla: el cine que has visto en tu vida te pertenece». "Las tres R del cine de apropiación", del colectivo Sapeurs MX, era un aperitivo para abrir la segunda edición de las Jornadas de Reapropiación celebradas este año en la Ciudad de México. Concepto: nada es original. Contenido: material audiovisual de menos de veinte minutos basados en materiales previamente creados. Consigna: «la reapropiación es el arte del pueblo». El resultado fue un cóctel de collage, recopilación, found footage, detournement o cine reciclado. Remezcla, recreación. ReApropiación.
Las tres "Las tres R del cine de apropiación" abrieron un paisaje por el que desfilaron la "Colección de cielos" de Natalia Becerra (imágenes de cielos de dieciséis películas), "Jugando con un perro andaluz" de PlayTime Audiovisuales o "Auto-Glitch (Touch)" de llich Castillo. Puñetazos visuales tiernos, ácidos, macarras. Cuchillos-remix que colocaban sobre la mesa audiovisual un lado no tan conocido de la América Latina. Paradójicamente, la América Latina, sincrética por naturaleza, no suele presumir demasiado de remezclas.
¿Por qué se conoce tan poco la creación audiovisual latinoamericana basada en el remix? ¿Qué se recrea en la América mestiza que llenó de sensualismo rioplatense el bandoneón alemán? ¿El songoro cosongo cubano de ecos afros y aromas andaluces continúa teniendo vocación criolla en la era digital? ¿Dónde desembocó la antropofagia pregonada por el brasileño Oswald de Andrade en el "Manifiesto Antropófago" (1928) que refloreció en el tropicalismo sesentero de Helio Oticica, Glauber Rocha o Gilberto Gil? ¿En qué espejos creativos se refleja el «reduce, reutiliza, recicla»?
«Sólo la antropofagia nos une». Frase-lápida. Semilla-pólvora. Pilar en el que se base la cultura y el imaginario del pueblo brasileño. Oswald de Andrade, su manifiesto antropófago, sus reflujos que coagularon en el tropicalismo, son el eje del vídeo "Remixogafia, alegorias de uma revolução", de Casa de Cultura Digital de São Paulo. Mitos mestizos: los indios caetés devorando al obispo Sardinha en el interior de Pernambuco. Y Lula comparando la feijoada brasileña con el software libre. "Remixofagia..." es la alegoría de un país. Y de un continente. Del país que de las melodías de las gaitas galaico-portuguesas y frenéticos tambores africanos crea el ritmo forró. Del continente que afinó el castellano, el italiano, los vocablos africanos e indígenas, moldeando el lunfardo. Bacán, pucho, tamango. Remix. Del continente-isla que adereza la estética de ROSTA de los carteles de la revolución rusa con mambo, barbudos y bebidas de nombre e icono indígena. Hatuey sonriendo dentro de su botella de cerveza.
Sin embargo "Remixofagia..." tiene un aroma forzado: la remezcla suena a ficción. Y es que la remezcla de códigos está tan incrustado en el ADN de América Latina que cualquier remezcla que diga ser tal parece ser artificial. Porque en la América invertida, criolla y/o mestiza de Joaquín Torres que desafía el orden del mapamundi, lo sincrético es la regla. Maximón, ese santo bastardo guatemalteco, fuma puros muy a pesar de la iglesia católica. Don Ramón, entrañable personaje de "El Chavo del Ocho", se convierte en un meme gráfico imparable a los veinticinco años de la muerte de Ramón Valdés. Reduce, reusa, recicla: Ramones. Y Batman, con una corona de plumas de indio koburo, vela por la seguridad de los manifestantes de las protestas de Brasil. ¿Para qué reivindicar la remezcla si se vive dentro de ella?
El mexicano José de Vasconcelos, en su libro "La raza cósmica" (1925), acuñó el concepto de «quinta raza» para describir a los pueblos de América Latina. La raza cósmica –más humana, más colaborativa– interpretaría, en América Latina, la melodía afinada del futuro. Gitanos del Macondo Colombiano. Turcos (en realidad inmigrantes sirio-libaneses que llegaban con pasaporte Otomano) de Montevideo o Río de Janeiro. Judíos sefardíes de la Amazonia. Sangres, flujos, remezclas. Ecos, sonidos.
Y tal vez sea la música, sí, el campo en el que el sincretismo/remix sea más evidente. Habaneras, guajiras, danzas criollas, guangancós, sambas, vallenatos... Los sincretismos sonoros están incrustados en la raíz sonora latinoamericana. Quizá por ello las bocinas de los atascos y el ruido callejero sean una natural segunda piel de la música de Radio Zumbido en "Los últimos días del AM". Quizá por eso, en las creaciones audiovisuales del dúo electroacústico cubano Nacional Electrónica, el pasado (imagen) baila a ritmo de futuro (música electrónica). Y es que el corta-pega salvaje es la base de estilos como el funk carioca, nacido en las favelas de Río de Janeiro. El corta-pega es la esencia del techno brega de Belém do Pará, en la Amazonia brasileña, otro fértil territorio de la remezcla. Este estilo, que aparece en el mítico documental "Good copy, bad copy", esta basado en la apropiación. En ocasiones, las tres tres de la reapropiación también contaminan producciones caseras audiovisuales, en las que Michael Jackson baila ritmos amazónicos con reclusos de una prisión asiática. La reapropiación llega incluso con formato videojuegos, como los del cubano Rodolfo Peraza, donde Lenin y los barbudos revolucionarios sucumben ante el espectador, que dispara a los con matacocos. Atari going tropical.
Desde Buenos Aires, tierra del lunfardo y la sincrética cumbia villera, llegan algunas remezclas visuales con peso sonoro. Ostrosvskyalvarez y Nicomix, que conforman el colectivo Actitud Peluche, investigan sobre collages y reapropiaciones visuales en creaciones como "No me mires", "Yes, week end" o "Passioni di Folli".
La explosión de las revueltas de Brasil ha supuesto una efervescente guerra de remixes audiovisuales. De hecho, dos de las etiquetas más fuertes de las protestas, el #VemPraRua y #OGiganteAcordou, nacieron en dos anuncios de publicidad. La remezcla-en-red hizo el resto. #VemPraRua, que significa «ven a la calle», fue la canción del anuncio que Fiat lanzó para la Copa de las Confederaciones de la FIFA que se celebró en junio. Su ritmo pegadizo y sus frases contundentes («Ven a la calle, porque la calle es la mayor tribuna en el Brasil») transformaron el #VemPraRua en la banda sonora de las primeras manifestaciones. Fiat se fregaba las manos. Pero rápidamente el remix político entró en acción. Anonymous revolucionando el #VemPraRua. Usuarios creando versiones satíricas del anuncio, llenas de violencia policial, insurgencia y anticonsumismo. Y Fiat retirando el anuncio, con cierto desconcierto.
Más remezclas, que es la guerra. Todo vale. No hay reglas. Fagocita, tritura, recrea. Cualquier intento de controlar el mensaje es inútil. Cualquier imposición tendrá que esperar la versión corregida de la inteligencia colectiva. El mismísimo Pelé grabó un vídeo para que los brasileños se «olvidaran de la confusión de las manifestaciones». Y la remezcla casi inmediata "Discurso corrigido de Pelé" puso las cosas en su sitio: «Brasileños, vamos a apoyar todas estas manifestaciones, es nuestro país, vamos a silbar a la selección». Pelé –un símbolo del neoliberalismo brasileño– también fue el protagonista de la remezcla "Chuck Norris se revolta con Pelé", que concluye con una patada contundente contra el televisor que transmite el discurso edulcorado de Pelé. Incluso la mismísima Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, con un doblaje muy crítico, se convierte en la antihéroe nacional.
Pero si existe un rincón que es carne de remix, ese rincón es una avenida: la cotidianidad. El día a día. Lo supuestamente anodino. Lo habitual-pasado-de-vueltas. La serie de remezclas uruguayas agrupadas en el canal "Tiranos Temblad TV" es un gran caso de Cotidianidad Que Muta Con La Remezcla. "Tiranos Temblad" es una pieza de vídeo que apenas dura unos minutos donde Agustín Ferrando, un profesional del medio audiovisual de 32 años, empezó a mezclar a finales del año 2012 los vídeos se suben a Youtube.
En "Tiranos Temblad" cabe todo. Un perro que baila cumbia. Un encuentro de moteros. Un popurri de músicos bizarros. Un vídeo político del pasado. Un programa extranjero que habla de Uruguay. Una boda. Músicos que tocan en un parque. Una manifestación. Todo sirve. La voz en off de Agustín Ferrando, siempre irónica, redondea una entrega audiovisual entrañable y ácida. "Tiranos Temblad" deja en evidencia el llamado formato broadcast, el modelo televisión donde un emisor llegar a múltiples receptores a través de un canal centralizado.
El Río de la Plata también dio al mundo una serie de virales basados en la remezcla de un un vídeo casero que ya acumula casi nueve millones de vistas: "Reacciones de un hombre pacífico: El Tano Pasman (andate a la puta que te re mil parió)". Tras el meme, llega la remezcla. El reporteño Tano Pasman juega a Mario Bros. El Tano se pelea con Karlos Arguiñano. Baila techno, reconfigurando el espíritu lunfardo, la raza cósmica que comienza a bailar sobre el universo transmedia del remix.
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