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Tags Evento, Ficción, Humor, WebTV
En la pasada edición del Festivalito (Festival Internacional de Cine Chico de La Palma, Canarias) EMBED organizó un "Encuentro de webseries" al que asistieron Xavier Daura y Esteban Navarro (de "Venga Monjas"), Marc Crehuet (de "Green Power"), Miguel Esteban (de "Todo el mundo quiere ser como Ignatius Farray"), David Sainz (y todo su equipo de "Malviviendo"), Álex Otero (de "Freaklances") y Raúl Navarro (de "Perestroika"). También estaba invitado José Antonio Pérez (de "Niña repelente"), sin embargo por cuestiones familiares no pudo acudir al encuentro aunque llegó al día siguiente.
La selección –coordinada por José Víctor Fuentes, director del certamen– de los diferentes títulos destacaba algunos de los proyectos nacionales de ficción seriada, distribuidos principalmente por internet, más interesantes y recientes (sintomáticamente, todos ellos humorísticos). El encuentro, y las posteriores presentaciones y proyecciones de las webseries en el festival, nace motivado por el cambio de rumbo en la línea editorial del Festivalito, abrazando a partir de la pasada edición –y con éxito– un concepto de lo audiovisual más amplio y no centrado exclusivamente en el «cine tradicional».
Aquí resumo algunas de las reflexiones e ideas surgidas del encuentro, así como de conversaciones más o menos informales con los participantes.
"Venga Monjas" es un dúo cómico de Barcelona que lleva años subiendo vídeos locos-locos a Youtube. Lo que empezó como una gamberrada de dos jovenzuelos acomodados se ha acabado convirtiendo en todo un referente del post-humor. Tienen fans por todo el país, desde Nacho Vigalondo a Joaquín Reyes y cada día van escalando en ambición y resultados.
"Green Power" es una sitcom catalana que tiene como inevitable referente a todo un clásico televisivo como es "The Office" de la BBC. Es una de las webseries mejor elaboradas y con más constancia –una primera temporada de ¡42 episodios!, de hecho nace para ser emitida en televisiones locales– y con una gente detrás que se nota que conocen bien su oficio desde hace tiempo.
El proyecto "Todo el mundo quiere ser como Ignatius Farray" es probablemente la marcianada madrileña más extraña y refrescante de la pasada temporada. Lo que pretendía ser una demo para televisión se transformó en una pieza inclasificable que combina el copy/paste, la animación y la irreverencia dando la palabra al humorista canario, en la línea de unos Andy Kaufman o Lenny Bruce del siglo XXI.
Los sureños "Malviviendo" han sido las estrellas del año en lo que a webseries se refiere. Su historia se ha explicado decenas de veces en los medios de comunicación más importantes porque son un claro caso de éxito. Estos discípulos aventajados de Guy Ritchie y Quentin Tarantino son muy jóvenes, talentosos y han sido capaces de generar una comunidad a su alrededor que es digna de estudio por su capacidad de movilización: entre otras cosas, consiguieron sentarlos junto Buenafuente.
"Freaklances" es una cuidada serie de animación orientada a nichos (autónomos, diseñadores, webmasters, etc) que pese a provenir de un equipo autodidacta obtiene unos resultados sorprendentes no solo en cuanto a lenguaje audiovisual sino también de guión, con unos personajes entrañables y fácilmente identificables por la audiencia.
"Perestroika", una producción madrileña rodada en Barcelona, es un brillante ejercicio resultado de trasladar a internet a un grupo de creadores con una importante y exitosa carrera en el mundo del cortometraje. De ritmo impecable y narrativa madura, Raúl Navarro y los suyos apostaron fuerte por un producto que no se ha acabado visibilizando tanto como se merecía.
Todos los presentes confiesan que sus webseries nacen básicamente por dos razones: darse a conocer para poder dar el salto a la profesionalización (en televisión, sobretodo) y/o por pura diversión y ganas de probar cosas. Ello conlleva que todos los rodajes son prácticamente sin presupuesto alguno y con total libertad creativa ya que ninguna productora ejerce una presión comercial sobre los contenidos. De hecho, el éxito de "Qué vida más triste" –serie que fichó hace unos años por La Sexta– o "Malviviendo" son y han sido inspiradores de otros proyectos que han decidido lanzarse y probar. Caso independiente es el de "Green Power" que nace como encargo de la Xarxa de Televisions Locals de Catalunya, aunque comparte con el resto la ausencia de medios.
Últimamente, y sobre todo en Estados Unidos, se viene diciendo que las webseries son el nuevo cortometraje, en relación a que muchos nuevos realizadores salidos de las escuelas de cine están empezando a preferir rodar pequeñas series pensadas para internet antes que hacer cortometrajes al uso. Tal fenómeno es muy evidente, como decía, en América ya que allí están viviendo una era dorada de la ficción televisiva seriada, por tanto es normal que los referentes y narrativas a imitar sean otras, todo ello sumado a las posibilidades de distribución y consumo que ofrece internet.
Aquí el caso es similar. Pese a que el cortometraje tradicional sigue gozando de una excelente salud, subvenciones y escaparates de difusión, es cierto que, como dice Miguel Esteban: «Probablemente esta semana hemos visto más episodios de series que no películas y eso se nota en lo que hacemos». De tal manera que la adopción del formato seriado, pese a ser todavía minoritaria, se asume con total normalidad como primera opción, como es el caso de "Malviviendo" cuyos créditos iniciales homenajean a productos televisivos. También resulta interesante que el formato seriado, al estar fragmentado por episodios, permite también cierto eclecticismo y cambio de rumbo en cada entrega, posibilitando giros narrativos y nuevas vueltas de tuerca provocadas, a veces, por el feedback de la misma audiencia.
Sin internet y Youtube no existirían estos proyectos, todos ellos están allí. Sin embargo llama la atención que la mayoría publican sin apenas planificación o estrategia de difusión y distribución... aunque lo intentan de manera intuitiva. Por ejemplo, en "Perestroika" elaboran virales y perfiles en Facebook «sin demasiado éxito», según comenta Raúl Navarro. Álex Otero tira de mailings y blogs, "Venga Monjas" genera comunidad alrededor de Fotolog (aunque ahora está más en Facebook) y Miguel Esteban confiesa que para promocionar "Todo el mundo quiere ser como Ignatius Farray" no hicieron absolutamente nada. Marc Crehuet explica que decidieron subir "Green Power" a Youtube para buscar nuevas audiencias más allá de la televisión convencional e incluso prepararon un viral independiente que no les fue nada mal: "Señoras, el corto".
Caso a parte es "Malviviendo", en el que desde el primer momento las fichas se movieron adecuadamente: con un website propio muy completo y atractivo, tuvieron el efecto Yonkis.com , habilitaron un botón de donaciones con el que recaudaron más de 4.000 euros, han tenido una presencia importante en redes sociales y medios de comunicación nacionales, que se han interesado por su producto y la historia de los creadores. Probablemente la comunidad de fans que hay detrás de "Malviviendo" es la más sólida que haya habido con un proyecto audiovisual en internet en España, incluso cuando en alguna ocasión hubo problemas con anunciantes los fans intercedieron por ellos de manera abrumadora.
Marc Crehuet y David Sainz están de acuerdo en que la conversación con la comunidad (comentarios, posts en blogs, etc) es un arma de doble filo, ya que en muchas ocasiones el feedback puede llegar a ser destructivo y paralizante y hay que aprender a relativizarlo.
Sobre cómo licenciar sus obras y gestionar los derechos de autor, los presentes aquí sí tienen importantes lagunas. Xavier Daura dice que «este es un tema muy gris y aburrido». En general se respira una actitud libertina (cogiendo cosas de allí y de allá), abierta y generosa por parte de los creadores, sin embargo nadie licencia sus vídeos bajo Creative Commons, por ejemplo, salvo "Freaklances" (aunque no lo especifican en sus vídeos). De hecho, en general están más preocupados por el uso que hacen ellos de obras ajenas, como por ejemplo de músicas (por si Youtube les elimina un vídeo por usar 30 segundos de una canción de Michael Jackson o si al editar su serie en DVD tendrán que prescindir de ciertos temas o buscar bandas en MySpace que no tengan discográfica para evitar royalties) que de licenciar sus trabajos más allá del copyright tradicional. Y es una lástima porque es precisamente tarea de los creadores el usar licencias abiertas para superar las problemáticas decimonónicas con los derechos de autor y piraterías varias. Al menos la actitud propensa a compartir está presente, y eso ya es un paso importante.
La producción de contenidos audiovisuales en internet, a día de hoy, sigue careciendo de modelos de negocio estables. Las televisiones son tímidas, los anunciantes tienen serios problemas para cambiar de sistema y entender los nuevos medios y las instituciones andan completamente perdidas al respecto. Por ello, la fórmula que impera –importada también de los Estados Unidos– es la del producto estrella deficitario pero de alta calidad que proporciona a sus creadores futuros encargos de marca blanca. Bien les ha ido así a "Malviviendo" o "Venga Monjas", que han hecho lo que les ha dado la gana con sus productos estrella y luego han ido recibiendo encargos por parte de marcas u otras empresas para hacer nuevos productos diferenciados, como campañas virales para Ron Barceló o Mapfre. O por ejemplo Marc Crehuet que, gracias a "Green Power", está rodando ahora un encargo para Banesto. Aun así ello conlleva el problema de tener que compaginar la producción en paralelo de dos trabajos que requieren medios y equipo. Quizá esa sea una de las razones por las cuales las segundas temporadas de las webseries no abundan: una vez empiezan a llegar los encargos remunerados, el tiempo y la dedicación altruista de desvanece. Otro problema de los productos esponsorizados, como aclara David Sainz, es que los anunciantes pueden llegar a tener mucho control sobre los contenidos, censurando y alterando estilos.
Aun así, "Freaklances" es de los pocos proyectos en internet que ya en su primera temporada han tenido anunciantes casi desde el inicio, aunque según Álex Otero la cosa no está como para tirar cohetes. De todas formas parece ser que habrá una segunda temporada de la serie. Teresa Segura, productora de "Malviviendo", interviene diciendo que ellos además organizan fiestas y venden merchandising desde su web, y algo entra también por ahí.
Finalmente Marc Crehuet es optimista con el hecho que de cada vez hay más televisiones (sobretodo locales y autonómicas) interesadas en adquirir y producir contenidos pensados para internet. No solo porque son más baratos sino también porque tarde o temprano querrán volver a conectar con las generaciones que ya no ven la tele convencional (un ejemplo de ello es "Arrós covat" de Televisó de Catalunya). Raúl Navarro apunta que con las webseries puede que pase lo mismo que con los cortos hace años: quizá aparezcan más festivales interesados, quizá se ponga de moda emitirlas en las televisiones a altas horas, quizá las instituciones formalicen ayudas especializadas para este formato de creación.
Un día después del encuentro, Pedro Jiménez y yo pudimos tener una conversación con José Antonio Pérez, de la webserie "Niña repelente". Un proyecto pequeño, simpático y relativamente sencillo que ha tenido una popularidad abrumadora en Youtube, acumulando millones y millones de visitas –literalmente– con sus simpáticas animaciones de pocos minutos.
"Niña repelente", igual que "Malviviendo", es un caso de éxito cuantitativo rotundo. Y José Antonio Pérez, de 27 años, parece tener las cosas muy claras y una audaz visión de negocio. Quizá se podría emparentar su andadura, por ideas y estilo, con Nikodemo, otro clásico de la televisión por internet en España.
Él no cree en la creación de proyectos estrella deficitarios para luego recibir encargos de marca blanca, sino que apuesta directamente por que su producto estrella sea rentable, sea autosuficiente sin necesidad de subvenciones, reinventando las reglas del juego. Y las cosas parece que no le van nada mal. ¿Cuál es su secreto? Evita intermediarios y permite que la gente comparta sus vídeos, además de haber sabido encontrar el punto justo adecuado del alquilmista para que "Niña repelente" guste y divierta. Por parte de Youtube ingresa importantes cantidades de dinero por las visitas, aunque no lo suficiente todavía como para afianzar la empresa junto a sus dos socios; José Antonio trabaja media jornada en un McDonalds, en donde gana más –y por menos horas de trabajo– que en el estudio de animación para el que trabajaba antes. ¿Otro valor?: la constancia. Quien la sigue la consigue.
El origen de "Niña repelente" está en "Cálico electrónico", de los mencionados Nikodemo, una webserie que José Antonio analizó y estudio para producir algo igual. Publicó primero en Dailymotion, fue rechazado por Yonkis.com y ElRellano.com y acabó aliándose con pequeños blogs que al final provocaron el boca-oreja que catapultó la serie a cifras imponentes, duplicándose y triplicándose semana tras semana, sobretodo a partir del tercer episodio.
Las fotos que ilustran este artículo son de Virginia Park.