Cualquier dispositivo electrónico encendido (un móvil, un
ordenador portátil, un receptor de GPS) genera permanentemente emisiones
electromagnéticas, incluso si se encuentra en esos momentos en reposo.
Los diseñadores británicos Anthonny Dunne y Fiona Raby llamaron
a esto “La Vida Secreta de los Objetos Electrónicos”,
la percepción de que la actividad de la tecnología electrónica
no es transparente ni está sujeta al uso que hagan de ella los consumidores;
bajo los interfaces amigables se esconden procesos autónomos con
dinámicas propias.
“Tempest” está basado en un programa de espionaje que
utiliza la técnica del “Van Eck Phreaking”, consistente
en reconstruir lo que aparece en la pantalla de un ordenador interceptando
las emisiones de radio que emite todo monitor, y que se pueden sintonizar
con un simple transistor. Siguiendo una larga tradición de subvertir
tecnologías militares con fines creativos, Erich Berger crea una
pieza audiovisual donde la relación entre imágenes y sonidos
está determinada precisamente por las emisiones electromagnéticas
producidas por el monitor. Los gráficos que aparecen en la pantalla
en “Tempest” emiten ondas que, al ser captadas con diversas
radios sintonizadas en distintas frecuencias de AM, se convierten en los
sonidos afilados y vibrantes que acompañan a las imágenes.