Creemos en la capacidad de la cultura para producir herramientas que interroguen frontalmente los relatos y las condiciones materiales sobre las que se sostiene nuestra realidad. Cultura ha venido a definir procesos muy diferentes, pero las producciones vinculadas a las industrias culturales han terminado por acaparar la definición en el último siglo. Abogamos por recuperar un acercamiento al término que lo comprenda como un proceso constante y transversal que se produce en todas las sociedades y que puede ayudar a confirmar o bien impugnar el modo en que estas funcionan.