La economía social nos salvó: una historia con final feliz

Convivir con las contradicciones forma parte del día a día del ecosistema laboral de la cultura comprometida socialmente. Por un lado somos empujados a la precariedad y por otro lado tenemos que hacer frente a las obligaciones económicas. ¿Cómo trabajar en una organización que se aleje lo más posible de las lógicas neoliberales y los modelos de producción capitalistas, en busca de principios como la cooperación y el bien común, a la vez que es solvente y se tiene un salario digno? Los malabarismos son constantes y la coherencia total es complicada.

Sin embargo, en nuestra larga trayectoria de 26 años, plagada no solo de contradicciones, sino también de errores, hoy venimos a contaros una historia con final feliz: hace unas semanas terminamos de pagar el préstamo que solicitamos en 2012 a COOP57 (Servicios Financieros Éticos y Solidarios). Así que, si alguien se pregunta si es posible permanecer al otro lado de la banca tradicional y salir de las dificultades económicas gracias a los lazos de confianza con la comunidad, os hacemos un spoiler: se puede.

Arqueología en nuestra historia

En 2012, ZEMOS98 pasó por un momento crítico: habíamos acumulado una deuda de 160.000€, en su mayoría con entidades bancarias tradicionales, aunque también con algunos proveedores. En ese momento, no sabíamos muy bien si lograríamos salir adelante, pero decidimos dar un paso al frente y afrontar la situación de una manera coherente con la pregunta que mencionábamos al principio. Por eso, solicitamos un préstamo a COOP57 y lanzamos una campaña para conseguir el apoyo necesario.

Los años previos a esta decisión habíamos estado siempre cerca de la economía social y solidaria, pero aquello supuso un antes y un después. Además de iniciar un proceso para desprendernos de nuestros vínculos con los bancos, que nos presionaban por las diversas deudas, cerramos una SL y abrimos una cooperativa (que, junto con la asociación cultural sin ánimo de lucro creada en 1999, sigue conformando hoy nuestro entramado legal).

El planteamiento de la financiación social parte de la cooperación y la sostenibilidad, y para conceder este tipo de crédito, COOP57 exige determinadas garantías basadas en el principio de confianza: los avales mancomunados. Esto significaba que teníamos que conseguir avalar la cantidad solicitada (98.000€, je) de forma colectiva. En términos concretos: que otras personas respondieran con su dinero en caso de que nosotras no pudiéramos pagar la deuda.

Campaña #avalozemos98

Para conseguir estos avales solidarios, lanzamos una campaña de 40 días (#avalozemos98). Fueron días intensos, emocionantes y, a la par, delirantes, pero sobre todo días en los que sentimos el cariño de mucha gente y su deseo de sostener iniciativas como la nuestra.

Logramos que 271 personas y/u organizaciones nos apoyaran. El 5 de noviembre, cinco días antes del cierre de la campaña, escribimos en Twitter:

Las 271 personas avalaron más de 104.000 €, un 106,59 % del total solicitado.

Durante la campaña, nuestrxs avalistas dijeron cosas increíbles:

📢 Brian Lamb nos apoyó porque:
«ZEMOS98 has been an inspiration to me. For their creativity, for their commitment, for their amazing energy.»

📢 Valle López-Tello nos apoyó porque:
«Avalo a ZEMOS98 porque creo que la respuesta a los tiempos que vienen es ir creando un sistema paralelo basado en la colaboración y no en la competitividad, y este proyecto está ahí, en la senda más esperanzadora del futuro.»

📢 Francisco Aix nos apoyó porque:
«Avalo a ZEMOS98 porque suscribo su concepto de cultura independiente, porque los temas que abordan siempre han sido motivo de inspiración y porque este puede ser un precedente para otras iniciativas culturales de cara a solucionar la reconversión industrial en la que estamos.»

📢 Daniel Villar nos apoyó porque:
«Avalo a ZEMOS98 (1) por sus valores y compromiso con el ‘bien común’, (2) por su valentía a la hora de intentar aplicar ese compromiso con coherencia en todos los aspectos de su actividad y (3) porque es un placer poder ayudarles a explorar nuevos caminos y ser así partícipe de una aventura que no solo implica imaginar futuros más justos, solidarios y sostenibles, sino construir activamente un presente mejor.»

📢 Ana María González nos apoyó porque:
«Avalo a ZEMOS98 porque vuestra regeneración tendrá efectos sobre mi regeneración. No podemos hablar de salud si no hablamos de economía social y solidaria.»

El objetivo no era solo salir del lugar en el que nos habíamos metido económicamente, sino iniciar un proceso de independencia de la banca tradicional, desprecarizar los proyectos en los que estábamos involucradas, dar un paso hacia una sostenibilidad duradera, afianzar lazos de confianza con nuestra comunidad y, de paso, hacer una campaña de promoción de la economía social y solidaria.

Por desconocimiento o simple inercia, hasta entonces ZEMOS98 no había operado con alternativas a la banca tradicional, a pesar de ser socias de COOP57. En ese momento, entendimos que decidir que nuestro dinero estuviera en proyectos con una ideología similar a la nuestra, en lugar de depositarlo en entidades que forman parte de un modelo que acrecienta las desigualdades y la precariedad, era un paso necesario y coherente.

Un proceso largo, una deuda renegociada

El plan era pagar la deuda en cinco años, pero el proceso se fue alargando porque, en algunos momentos, no éramos capaces de hacer frente a la mensualidad del préstamo. Tuvimos que renegociarla en varias ocasiones, lo que implicó un pago mayor de intereses. Hay que entender que gran parte de la deuda fue sostenida personalmente por las socias de ZEMOS98, y mantener una obligación mensual de este tipo limitaba cuestiones básicas como actualizaciones de sueldos, ampliación del equipo, inversión en recursos propios, etc.

Además, la concesión del préstamo implicó reformar nuestra estructura de manera radical durante un tiempo: cambiamos de local para reducir costes, redujimos el personal de la organización durante cuatro años, nos bajamos el sueldo, modificamos nuestra estrategia financiera… Ha sido un proceso no exento de penurias, la verdad.

Economía social hoy

Vivimos tiempos extraños. Con el autoritarismo tecnofeudalista dictando un mundo que parece más cerca de la guerra que de los lugares hacia los que nos encaminábamos. El individualismo, el racismo y el machismo han vuelto con fuerza para intentar recuperar el terreno perdido. Es normal nadar entre el pesimismo.
Sin embargo, en medio de todo esto hay que reivindicar algunos pilares que siguen ahí aunque no los nombremos. Porque sí: lo que permitió a ZEMOS98 seguir adelante fue una idea de economía distinta a la mainstream: la economía social y solidaria. Fue nuestra comunidad la que nos salvó.

Así que, después de esta larga travesía, hemos cerrado ese capítulo de nuestras vidas. Hemos cancelado una deuda. El apoyo de esas personas que nos avalaron y de todas las que nos han ayudado en estos años fue clave para que esto sea posible hoy. Aquel gesto nos dio fuerzas para seguir aprendiendo y repensando nuestra actividad cultural y social en un contexto que, desgraciadamente, sigue siendo difícil y precario. Pero ahora lo es un poquito menos para nosotras, porque ya no tenemos ninguna deuda con ninguna entidad financiera.

Raymond Williams escribió:

“Ser verdaderamente radical es hacer la esperanza posible,
no la desesperación convincente.”

Y hoy podemos afirmar que las grietas están ahí, y que tenemos la responsabilidad de buscarlas y escurrirnos por ellas colectivamente.

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