Sinopsis: |
Las mujeres que se pintan el bigote están decididas a expresar públicamente su visión del mundo. Para ellas, la ciudad es un lienzo en continua elaboración. Y todos somos pintores, todos elaboramos, producimos y creamos a partir de nuestras convicciones y de nuestros actos. Ellas en concreto se definen negando. Lo más importante de ellas es el concepto de que todos podemos tener nuestro espacio público de libertad, simplemente ejerciendo el derecho a la perfomatividad, como diría Judith Butler, a través de los actos conscientes de ejercicio de la diferencia. |