Sinopsis: |
Amanecer con la boca en blanco. Desayunar un folio vacio y arrugado con una boca nuevamente virgen.
Lavar unos dientes con resto de hoja impoluta. Mirarse en un espejo opaco que, de forma intermitente, te muestra cifras
y palabras inconexas e incapces para una boca de tales caracteristicas. Salir a una calle desconocida aún, vestida inmacula-
damente de blanco. Volar sobre aceras mudas, ver pasar un autobús de gente opaca con números incapaces. Saludar a al-
gún vecino con un gesto ambigüo y delirante. Gritar en blanco, gemir entre hipo, llorar nada, romper con dientes de leche
impolutos espejos que esconden todo lo blanco. Llegar a casa sin sombra, con una silueta borrosa casi invisible, y pregun-
tarse el por qué de lo opaco y los espejos y los folios virgenes. Sellar con vacio las puertas y ventanas inmaculadas, desves-
tirse en blanco nitido para palpar el silencio escondido tras la partitura arrugada. Ceder ante tu propia boca y jurar y malde-
cir y acabar encontrando precisamente con un golpe de suerte y azar una máquina inacabada que te abre una puerta que
muestra un gesto que pide un guiño que cree ser blanco y es un enorme arcoiris para una boca que ahora sonrie. |