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Zemos98 es un festival audiovisual, con todo aquello que de ambiguo e im-preciso conllevan ambos términos. La noción de festival, aplicada al propio zemos98,
ha ido evolucionando y si ya desde un principio no se presentó como un festival de cortometrajes
al uso, ha ido alejándose aún más de este concepto
al integrar una serie de Por tanto, la idea de festival ha acabado por concebirse
como una serie actividades dedicadas a la reflexión artística y teórica
que se concentran en un espacio y un tiempo más o menos determinado y concreto. Y decimos
“más o menos” porque las múltiples actividades de zemos98 no
tienen lugar en un único espacio puntual, si no que tienen lugar en diversas sedes
que ni siquiera se concentran en un único centro de población,
sino que en un afán Por otro lado, también es complicado eso de
situar todas las actividades en un momento determinado, porque a pesar de que el festival en sí
se concentra en unos días determinados –que para la próxima
edición serán del 1 al Como ya hemos dicho, éste no es un festival de cortometrajes sino audio-visual. Y ante esta afirmación cabe preguntarse por qué audiovisual o qué es audiovisual. Éste es el punto de partida y el referente constante en la reflexión que nuestro festival pretende fomentar. A lo largo de estos años hemos decidido calificar a la muestra resultante de la convocatoria como “audiovisual” porque es el término que, en su amplitud, mejor recoge la heterodoxia que la caracteriza. La muestra de zemos98 está abierta a múltiples modalidades narrativas –cortometrajes, documentales, videocreaciones, etc.- que tienen en común tres factores: han de ser audiovisuales, tienen que ser considerados como microrrelatos [es decir, deben ceñirse a una corta duración] y deben de estar realizados en soporte videográfico. Esta muestra audiovisual es precisamente la que ha
dado unidad y la que constituye el eje transversal a partir del cual se desarrollan el
resto de actividades del festival, que poco a poco han pasado a tomar la misma importan- Estamos en un momento de crisis tecnológica, de cambio permanente en el que para sorpresa de muchos, y disgusto de otros tantos, es bastante difícil poner etiquetas y hacer delimitaciones. Frente a la especifidad de discursos y disciplinas que antes podía encontrarse en la génesis tecnológica de los mismos soportes, nos encontramos que ahora lo característico de los discursos audiovisuales se haya en una serie de prácticas asociadas en un momento determinado a unas tecnologías y que ahora se han extrapolado a otras nuevas tecnologías que les abren además nuevas vías de desarrollo, los lenguajes se deshacen de las tecnologías que los gestaron y se desplazan hacia otras. Así pues, partiendo de esos lenguajes que se hibridan cada vez más zemos98_6 propone un espacio y un tiempo para la reflexión sobre la cultura y el arte audiovisual en el que se programarán múltiples actividades que se acercarán más o menos al cine, a la fotografía o la música pero que sin lugar a duda serán difíciles de etiquetar. Daniel Villar Onrubia
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