DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
AUDIOVISUALES
La RAE define la palabra “base”
en su primera acepción como: Fundamento o apoyo principal
de algo (Del lat. basis).
A lo largo de los últimos años hay una frase que parece
haberse instituido como la más representativa de entre las
muchas que pronunciamos: "Resulta
necesario crear vías alternativas para que los artistas puedan
seguir creando y exhibiendo sus trabajos. Sin embargo, es fundamental
adoptar un enfoque distinto a lo que se entiende hoy por arte. No
es posible que los artistas sean tratados como individuos cuyo propósito
reside en decorar el interior de un museo. Los artistas no son decoradores
de interiores". Aunque en este caso
la frase no es nuestra. ¿O sí?. ¿Por qué
en el seno de lo que mucha gente
conoce como un simple festival de cortos sus organizadores se dedican
a hablar de cuestiones como el “apropiacionismo”? ¿Qué
es el apropiacionismo? Eso ahora no importa. ¿O sí?
En una conversación reciente con la responsable de una distribuidora
de cortos surgía el debate acerca de la “calidad formal”.
Responsable: “Nosotros necesitamos que los cortos tengan un
mínimo de calidad formal para poder apostar por ellos”;
zemos98: “Pero…¿qué es la calidad formal?;
Responsable: “Bueno, se trata de que para poder vender un
corto debe cumplir unos requisitos básicos”; zemos98:
“mmm, decía un libro de análisis del discurso
audiovisual que para que una fórmula tuviera éxito
comercial, debía estar basada en una ruptura y en cierto
grado de riesgo, pero que su mantenimien-
to posterior depende de la repetición
y de una postura algo más conservado-ra… eso en relación
con los cortos se podría interpretar como que si su desarrollo,
expansión y progreso dependen de su comercialidad, estarán
siempre sujetos a parámetros no arriesgados, conservadores
al fin y al cabo, ¿no?; Responsable: “¿Otro
café?”.
ComenZEMOS. Only video, why? Se podría ser más metafórico
acerca de por qué sólo aceptamos cortometrajes en
video, pero en este caso seremos contundentes. El proceso de producción
cinematográfica es demasiado caro, y ya no garantiza lo que
en teoría se le atribuye: calidad. En el nuevo mundo de culto
al píxel nuestra oportunidad prioritaria es para el VÍDEO:
por precio, por agilidad e innovación, por aspiración
democratizadora, por variedad, por otros festivales, por la televisión
que viene, por internet… por todo.
Hablemos ahora de exclusión. O mejor no. O sea, de no-exclusión.
Porque es una cuestión sujeta a justificación en el
pre-sente-pre-ámbulo. Todas las obras serán proyectadas.
Ninguna quedará excluida del festival. Rezan las bases.
¿Por qué? Siempre nos resultó incómodo
tener que decidir quien NO debía asistir al Olimpo de las
Proyecciones. No es lo mismo tener que decidir qué cortos
consideras “mejores” que decidir cuáles NO lo
son. Bajo los parámetros “comerciales” anteriormente
esbozados, está claro que todo sería mucho más
fácil. Este no. Este no. Este tampoco. Este podría
ser…no, tampoco.
Pongamos 2 ejemplos: supongamos que llega un corto que a juicio
de quienes han de hacer la famosa criba no merece estar entre “los
seleccio-nados”. Supongamos (más), que luego se descubre
que el corto fue realizado por alumnos de secundaria, en unas condiciones
increíbles de producción. ¿Se supone que la
valoración sobre el corto debería ser la misma teniendo
esa información que no teniéndola? Nosotros creemos
que no. El auténtico valor de esa producción no residiría
en una pésima dirección de actores, o en los errores
de raccord, o en las deficiencias de la iluminación, o en
los ilegibles
créditos,…el auténtico valor reside en el tipo
de iniciativa humana que ha puesto en marcha ese proyecto. No amigos,
esto no es un texto de filosofía post.trascendental, simplemente
se trata de que no podemos rechazar visionar un corto argentino
por muy “malo” que nos parezca si el autor se toma la
molestia de mandarlo hasta 4 veces porque por diversas razones las
copias anteriores nunca llegaban correctamente (este era el segundo
ejemplo, reforzando la idea de “iniciativa humana” vs.
“iniciativa comercial”). Por eso se diluye nuestra responsabilidad
como inquisidores audiovisuales –aunque no todo merezca ser
vendido, todo merece ser visto- y se crea un concepto nuevo a través
de la sección informativa: MARATÓN DEL CORTO
(más información en breve).
Ahora podemos hacer un descanso. O no.
Sólo hay algo que un Jurado Convencional de un Festival Cualquiera
(en su trigésimo quinta edición, o más) comparta
–o pueda compartir- con nuestro Comité de Zelección
con respecto a la acción de “premiar”: el juicio.
Este año, a parte del premio al mejor corto, elegido por
las votaciones de los asistentes a las proyecciones de la sección
oficial –hay que empollarse la chuleta: “sección
que contendrá los cortos que podrán ser premiados,
los mejores a juicio del Comité de Zelección”-
y a parte del Mejor Corto FREAK –elegido por la FREAK Distribución-
habrá en el DVD una selección de las mejores
obras de la sección oficial bajo el criterio (el juicio)
del Comité de Zelección. ¿En qué contexto
se produce esto? No es anormal ver cómo muchos festivales
premian siempre sobre la base de categorías consolidadas
como “montaje”, “música”, “interpretación”...incluso
nosotros lo hacíamos. Claro, que un día nos preguntamos:
¿y qué ocurre si no hay ningún corto que merezca
el premio al montaje? “Pues que se deja ese premio desierto”,
dijo el más cauto. Pero claro, estamos hablando de que el
premio es la inclusión en un DVD con los mejores cortos del
año. Los criterios “objetivos” se diluyen un
poco, sobre todo teniendo en cuenta que ya el año pasado
dimos Menciones Especiales a “Propuesta Multimedia”
o a una productora –por su trabajo en conjunto-. Por eso lo
más lógico y coherente es enjuiciar (tras el visionado
completo, a posteriori) en función de cualquier cuestión
específica y extraordinaria que haga que un corto merezca
ser premiado y distinguido del resto. O simplemente sin motivos.
Porque muchas veces es imposible encontrarlos.
Por último, y no por ello menos importante –tópico
recurrente- habría realmente que ahondar en la cuestión
de la cultura audiovisual. ¡Qué denso!. Daría
para una reflexión más extensa ¿Por qué
no hacer un festival como el zemos98 en Sevilla? Otro tópico
recurrente dice algo así como “Renovarse o morir”.
Podría ser borrada de los Anales de la Historia de las Citas.
No creemos ni en los parches ni en las modas, creemos que el sentido
de dicha cultura audiovisual ha de permanecer en el tiempo más
allá de cualquier corto A o B, y que ha de tener la posibilidad
de extenderse a lo largo y ancho del plano. Por eso creamos la videoteca.
Porque TODOS los cortos que han llegado al Zemos forman parte de
ella. Porque es una herramienta de uso y de conocimiento a disposición
de cualquiera –con minúsculas-. Y por eso el hecho
de que a pesar de habernos ido introduciendo en Sevilla cada vez
con más actividades, sigamos proyectando los mejores de esos
cortos –sólo
la sección oficial, el resto “invadirán”
Sevilla Capital en la semana anterior- en el Viso del Alcor. Esto
no sólo mantiene el espíritu inicial del festival
de luchar por crear alternativas de ocio en un espacio concreto
–buscar en google GLOCAL-, sino que además se convierte
en una opción “ejemplar” con posibilidad de imitación.
Porque sería mucho más “fácil”
para nosotros hacer
este festival únicamente en Sevilla. Más comercial,
porqué no decirlo. ¿Y por qué no hacerlo? Porque
si lo que de verdad importara fuesen los cortos, ALGUIEN –en
mayúsculas- ya nos habría llamado para hacer uso de
dicha videoteca y proyectar los mejores –que no son pocos-
en cualquier lugar. Pero no ha sido el caso.
Sirva esta mención última de la videoteca para resaltar
la importancia de la CUMPLIMENTACIÓN
NECESARIA E
INDISPENSABLE DE TODA LA DOCUMENTACIÓN REQUERIDA EN LAS BASES
QUE SE INICIAN DE FORMA OFICIAL…ahora!:
Puerto del Rosario, Fuerteventura/ El Viso del Alcor, Sevilla.
1 de Agosto, de 2003.