Lo que aprendimos en FundAction, la plataforma de financiación participativa para activistas en Europa
Durante los dos últimos años y medio hemos acompañado en el diseño, desarrollo y puesta en funcionamiento de una plataforma de financiación participativa para activismos en Europa llamada FundAction. En mayo, tras la segunda asamblea anual que tuvo lugar en La Bergerie de Villarceaux, la mitad del grupo de facilitación – yo entre ellos – ha dado un paso al lado para que otros miembros de la plataforma ocupen su lugar, ya que el modelo de gobernanza establece que los miembros pueden estar un máximo de dos años. Desde entonces, venimos dándole vueltas a los aprendizajes extraídos de un proceso largo y difícil pero lleno de recompensas. En este artículo abordo tres tensiones que creo que recorren la plataforma.
Para más información sobre la plataforma, puedes visitar fundaction.eu y leer el blog.
¿Es el cambio sistémico un horizonte deseable?
La noción de cambio sistémico ha sobrevolado FundAction desde sus orígenes. Una definición canónica definiría el término como aquel conjunto de acciones orientado a producir transformaciones que permean en todas las partes de un sistema, incluyendo las interdependencias entre las partes. El sector de la filantropía la usa habitualmente para definir aquellas acciones que son capaces de cuestionar los problemas sociales que enfrentamos desde su raíz. En nuestro caso, ha venido a definir el objetivo de una de las becas que concede; pero también se ha configurado como horizonte deseable de la propia plataforma.
Sin embargo, algunos activistas han insistido en que es una palabra más propia del mundo de las fundaciones que del activismo, donde la distinción entre acciones orientadas a transformaciones profundas y otras de defensa o preservación de derechos en riesgo es más o menos difusa. Con todo, la comunidad de FundAction, al reunir a grupos de activistas con orígenes y áreas de trabajo dispares, parece un terreno fértil para abonar el cambio sistémico. A pesar de todo, cabe preguntarse qué significa cambio sistémico en el contexto de la plataforma para tratar de desvelar qué transformaciones queremos abordar y, sobre todo, qué formas de activismo estamos dejando fuera en el proceso. No es sólo una cuestión de que el lenguaje propio del cambio sistémico puede resultar excluyente para diferentes grupos activistas en un espacio tan amplio y difuso como el activismo en Europa. Entendemos que el cambio sistémico opera en las conexiones entre prácticas locales, en la creación de espacios para el intercambio de saberes, estrategias y formas de hacer entre diferentes comunidades y áreas de trabajo. En ese sentido, FundAction se sitúa en el foco de la tensión existente sobre la jerarquización de las luchas y se debe preguntar si todas las movilizaciones sociales deben observar la creación de un espacio de lucha común como un horizonte deseable, teniendo en cuenta la cantidad de tiempo y esfuerzo organizativo que implica.
¿Es el cooperativismo equivalente al activismo de base?
Tal y como explica Jacob Wills en el vídeo, la composición de la comunidad de FundAction está en gran medida condicionada por el origen de la iniciativa, que se fraguó en conversaciones entre activistas y fundaciones allá por 2016. La comunidad fue creciendo a partir de varias rondas de invitaciones enviadas por los miembros y, por tanto, uno de los retos es involucrar a activistas y comunidades que no están en los mapas de las fundaciones o que no operan actualmente a nivel internacional. Pero más allá de esto, existe una tensión que se mantiene desde el principio y para la que FundAction sólo ha encontrado un equilibrio precario: en la plataforma conviven activistas y representantes de organizaciones y empresas con fines sociales (cooperativismo, ONGs, etc). Es verdad que a veces los objetivos de ambos perfiles se superponen, pero la realidad material que los posibilita es muy distinta y eso suele crear expectativas divergentes sobre lo que FundAction debería ser y cuáles son sus objetivos. Si las movilizaciones sociales de base permiten una capacidad de reacción, una independencia y una conexión con el territorio a la que las empresas sociales sólo pueden aspirar, estas últimas aspiran a una profesionalización y a una inversión de tiempos más prolongados. Ocurre a menudo que, al no abordar la tensión entre estos perfiles, se iguala la inversión económica por abajo y se generan expectativas de resultados por arriba, resultados que suelen ser menos flexibles al contexto político cambiante en el que los movimientos sociales suelen operar.
¿Qué significa cuidar en el contexto de la plataforma?
A pesar de que muchos de los activistas ya se conocían, la comunidad no pre-existía a la creación de la plataforma. Tal y cómo señaló Ana Méndez de Andes durante la asamblea anual, FundAction es un común organizado alrededor del principal recurso del que dispone: la financiación. Sin embargo, bajo el aliciente de ser una fuente de financiación para actividades, FundAction siempre ha estado orientada al desarrollo de la comunidad, a la creación de espacios para intercambiar conocimientos y aprendizajes. En este sentido, uno de los grandes retos de los miembros del grupo de facilitación ha sido alcanzar flujos de participación activa dentro de la plataforma que fueran más allá de los periodos en los que había procesos de becas activos. Cuidar, en el contexto de FundAction, ha sido una tarea muy material que ha implicado cientos de emails personales y decenas de llamadas para informar de cómo funcionan los procesos. Pero cuidar también ha significado reconocer la naturaleza experimental de FundAction, reconocer que hemos cometido errores de diferente gravedad durante los dos últimos años, causando perjuicios personales. Con la sistematización de los diferentes procesos, se va alcanzando un conocimiento más general del funcionamiento de la plataforma; por lo que el trabajo de administrativo irá decreciendo progresivamente.
Estas son solo algunas de las preguntas que FundAction abre. La plataforma es un espacio ideal para el intercambio de aprendizajes porque empuja a sus miembros a tomar decisiones políticas, a través de las cuales se va conformando una comunidad multiforme de activistas en el ámbito europeo. Pero, tal y como dice Zarah Dalilah, para poder explorar nuevos modelos de financiación participativa, necesitamos poder realizar estrategias de larga duración, necesitamos imaginarnos a cinco, siete, diez años. Esto no es posible con la financiación anual que recibe actualmente.
A pesar de las dificultades, FundAction ha avanzado mucho en muy poco tiempo, gracias a la implicación desbordante de algunas de las activistas más inteligentes y generosas que hemos conocido en todos estos años de trabajo internacional. Dejamos el grupo de facilitación con la alegría de saber que las personas que toman el relevo continuarán las cosas buenas que hemos podido hacer durante este tiempo y que mejorarán lo mucho que hicimos regular.
Este artículo ha sido escrito por Lucas Tello.
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