Activist silenced for fear of surveillance

Literal from newsday.com

Jennifer Flynn is not a rabble-rouser. She’s not an aspiring suicide bomber. She doesn’t advocate the overthrow of the government. Instead, she pushes for funding and better treatment for people with HIV and AIDS.

Better keep an eye on her.

Wait! Somebody already did.

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CCTV: Intervenciones en el arte contemporáneo

Hace ya unos meses, recibí un correo de Ana en el que me contaba que estaba realizando la tesis en el Departamento de Pintura de la Universidad Complutense con la videovigilancia y las intervenciones en el arte contemporáneo. Se enteró de la temática de la novena edición de ZEMOS98 (“Fuera de control”) y de la exposición “Panel de Control” y la remití a este blog.

CCTV

Hace unos días me envió su investigación, le he pedido permiso para publicarla porque me parece un buen trabajo a tener en cuenta. Y en el que, además, aparecemos citados varias veces y de varias formas. ¡Gracias!

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Cómo hacer de espías

Cómo hacer de espías

Vía Puño

Entrevista a Chiu Longina. Armas sonoras y control de los sentidos

Actualmente tu trabajo se centra en las armas sonoras. ¿Cual es el uso (social) de estas armas? ¿Como y en que nos pueden afectar?

Un arma es un recurso que puede infligir poder: fuerza, daño, manipulación, etc., vamos a partir de esa mini-definición para hablar de mi trabajo. Partamos también de que el oído es uno de los sentidos humanos menos estudiados, ya no por falta de interés en él, sino por la condición inmaterial del sonido y todas las dificultades que acarrea acercarse científicamente a lo intangible, a lo puramente cultural. Ninguno de nosotros escuchamos lo mismo, aunque nos lo parezca. La escucha es construída a lo largo de nuestra existencia y cada uno de nosotros creamos nuestros propios filtros que discriminan lo que oímos. Parece un galimatías, pero si tenemos en cuenta aquello que Pascal Quignard o Murray Schaffer decían acerca de la escucha: “el oído no tiene párpados”, nos daremos cuenta de que al no existir un mecanismo fisiológico que permita “apagar” el oído, como existe con la vista, estamos abocados irremediablemente a escuchar, y esa imposibilidad de desconectar acústicamente nos hace crear esos filtros culturales de los que antes hablaba; y cada uno tiene los suyos. Aquí ya tenemos una pista de cómo el poder, o quien sea, puede ejercer control a la hora de construir culturalmente la escucha. Te pongo un ejemplo liviano: ¿a qué suena la palabra de Dios?, ¿cuál es el sonido del Diablo?. (seguir leyendo…)

Algunas obras pioneras sobre la tematica de la video vigilancia

Bruce Nauman es considerado el primer artista en haber realizado una obra sobre las implicaciones de la video vigilancia. En 1969 presenta «Video Surveillance Piece: Public Room, Private Room». En esta pieza, el visitante se convierte en actor, siendo sus respuestas ante esta situación, parte fundamental del concepto de la obra.

La instalación está compuesta por dos salas iguales, una privada y una pública, que contienen un monitor y una cámara de video, dispuestos en dos paredes opuestas. El monitor de cada habitación, muestra la imagen tomada por la cámara de la otra habitación. Por lo tanto el espectador ve en el monitor del cuarto en el que se encuentra, la imagen de un cuarto igual al que está pero vacio, en el que puede ver un monitor que muestra la imagen del cuarto en el que esta, viéndose a sí mismo de espaldas. Al salir de la habitación el visitante puede observar que en realidad la instalación ocupa un espacio que tiene el doble del tamaño de la habitación en la que se encontraba.

Clic aquí para ver un video de esta instalación

Otra instalación del mismo autor es «LiveTaped Video Corridor», en la cual el espectador se encuentra con un largo pasillo con dos monitores al final, uno encima del otro. En uno ve el pasillo vacio, en el otro se ve filmado de espaldas.

Al acercarse al monitor, se aleja en la imagen proyectada creando una sensación de alienación que es aumentada por la estrechura del pasillo.

Como podemos observar en estas instalaciones se utilizan circuitos cerrados de video analógico. La imagen es siempre proyectada en tiempo real, conectando simplemente la salida de video de una cámara a la entrada de un monitor.

Clic aquí para ver un video de esta instalación

Otro artista que realizo instalaciones pioneras con estos medios es Dan Graham.
A partir de 1974 creo seis variaciones de la instalación «Time Delay Room».

La primera versión de esta instalación está constituida de dos habitaciones con las mismas dimensiones, estando unidas en un lateral. En este punto hay dos cámaras de vigilancia que graban desde el techo, la imagen de cada sala mediante un plano de arriba hacia abajo, o en contrapicado. En la pared interior de cada una de las dos habitaciones hay dos televisores, el de la izquierda muestra el comportamiento de los espectadores de la misma sala con ocho segundos de retraso. La otra pantalla muestra la sala continua en tiempo real.

Como se intuye en el titulo de la obra, el autor utiliza un desfase de ocho segundos en los videos proyectados. En neurofisiológica, este es el límite de tiempo de la memoria a corto plazo. Por lo tanto si una persona ve sus acciones con este tiempo de retardo, tendrá la sensación de no reconocer esta distancia temporal, y intentara identificar su percepción y comportamiento actual, en el estado de hace ocho segundos. El espectador se verá encerrado en un estado de observación, en un loop retroalimentado, y controlado por un sistema externo. El espectador pasa a formar parte de un grupo social constituido de observadores observados.

Clic aquí para ver un video de esta instalación

Explicación de la obra traducida de: (Gregor Stemmrich, «Dan Graham,» in Thomas Y. Levin, Ursula Frohne, Peter Weibel (eds.), CTRL[SPACE]. Rhetorics of Surveillance from Bentham to Big Brother, ZKM | Center for Art and Media, Karlsruhe, 2001, The MIT Press, Cambridge, MA, London, 2002, p. 68.)

Por último comantar que la exposición «CTRL [SPACE], Rhetorics of Surveillance, from Bentham to Big Brother, realizada por el ZKM en Alemania en el 2001, mostraba las obras más representativas sobre la tematica del control social que ejerce la video vigilancia.

Leído de Félix Luque

Besarse delante de una cámara de vigilancia esta feo

Cualquier pareja que se bese delante de una cámara de vigilancia durante los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 puede verse sorprendida por la policía, ya que las cámaras detectarán este gesto amoroso como “secuestro” o “robo”. “Los actos íntimos de los amantes serán clasificados en primer lugar por las computadoras como ‘secuestro’ o ‘robo’, ya que están programadas para responder a violaciones del espacio privado y los denunciarán al centro de mando”, informó la agencia oficial Xinhua.

Según el Buró de Seguridad Pública, “los actos sospechosos u objetos detectados por las cámaras serán denunciados de forma automática”. Los efectivos que estén de guardia en ese distrito decidirán qué medidas tomar ante la señal enviada por la cámara en función de si consideran que se trate o no de una situación de peligro real.

Señales bilingües

La futura sede olímpica mostrará a partir de agosto señales bilingües con un símbolo que representa un “ojo negro” y que indicarán que se está “entrando en una zona de seguridad vigilada por cámaras”. “Las señales recordarán al público que deben comportarse bien en los lugares públicos y les recordará que protejan su privacidad en esas zonas”, explica la agencia estatal de noticias citando fuentes del Buró.

Una encuesta reciente señalaba que a los chinos les parece de peor gusto besarse en público que escupir, siendo esta segunda una costumbre muy frecuente que molesta a los turistas y contra la que la futura sede olímpica ha puesto ya en marcha diversas campañas sin gran éxito.

Antes de los Juegos Olímpicos, que se inaugurarán el 8 de agosto de 2008, todas las cámaras de vigilancia en Pekín estarán controladas por tres niveles de mando (calles, distritos y municipio). Además, las áreas de transporte, seguridad pública, instalaciones públicas y mantenimiento cuentan todas con sus propias cámaras de vigilancia.

Según datos municipales más de 200.000 cámaras velarán por la seguridad de los pequineses y de los visitantes olímpicos durante los Juegos del año próximo.

Literal desde Marca

Remove

El 95% de los computadores usan un S.O. deficiente, lleno de agujeros de seguridad, que no hace mas que mandar información de lo que haces, que sitios visitas, y eso poco a poco dibuja tu perfil de una forma mas precisa. Los que intentan vendernos libertad, compran nuestra identidad, trafican con nuestros datos y modelan la realidad para que vivas en ella en función de sus intereses.

Somos los actores secundarios de una obra, cuya gloria no va con nosotros.

Remove es un corto de Delacrew

Niños siempre localizados con un chip

Dispositivos en pulseras, prendas o injertados pueden evitar casos como el de Madeleine – 18.000 familias españolas conocen el lugar exacto en el que está su hijo gracias a un sistema en el móvil

PATRICIA F. DE LIS - Madrid – 26/05/2007 

Una madre escocesa fue a recoger a su hijo a la guardería y, cuando llegó, descubrió que el niño estaba ya a unos 60 metros del edificio y se marchaba con unos extraños. Este caso ha servido a la compañía británica Connect Software para vender soluciones que permiten el rastreo de menores. “No deje que esto le ocurra a usted”, sugiere Connect en su web. Los padres británicos están asustados. En el Reino Unido se denuncian unas 70.000 desapariciones de niños cada año, según los datos de la organización internacional Missing Kids (“niños desaparecidos”). Y el caso de la pequeña Madeleine McCann, cuyo rastro se perdió la noche del 3 de mayo en el Algarve (Portugal), ha conmovido a sus compatriotas y despertado el debate ético y legal sobre el uso de soluciones que permitan saber, durante las 24 horas del día, dónde está un niño. La evolución de la tecnología permite ya la utilización de teléfonos móviles con servicios de localización o de dispositivos GPS, e incluso la implantación de un chip subcutáneo. Otra cuestión es si ese control permante del niño es ético.

El teléfono móvil es el dispositivo de rastreo por excelencia ya que, desde el momento en que está encendido, es localizable. En España hay más móviles que habitantes (46 millones) y, en el caso de los jóvenes, la penetración de esta tecnología ronda el 71% en la franja de edad de 12 a 14 años, y crece hasta el 93% entre los 15 y los 17. Telefónica Móviles cuenta con un servicio llamado Localízame que permite conocer el lugar en el que está el teléfono, siempre que esté encendido y tenga cobertura.

Para utilizar este servicio se necesita el permiso del propietario del teléfono rastreado que, en el caso de un menor, es el propio padre. Es complicado saber cuántos lo utilizan, pero sí se sabe que el operador cuenta con dos tipos de teléfono para menores, el Play Pack (para niños de entre 8 y 12 años y del que se han vendido unas 90.000 unidades en el último año) y el MO1, fabricado con Imaginarium para niños de entre 4 y 8 años, y del que se vendieron unas 15.000 unidades las pasadas Navidades. La operadora asegura que el 20% de los propietarios de estos teléfonos (18.000) han activado el servicio Localízame y que el 10% (9.000) lo han utilizado ya. Estos datos no incluyen, además, los niños que utilizan teléfonos móviles diseñados para adultos, que son la gran mayoría. Según explica Fernando Martínez, de Telefónica Móviles, los usuarios de este servicio buscan “peace of mind”, es decir, tranquilidad: son padres con hijos pequeños, o familiares de ancianos y dependientes.

En España, en todo caso, la cifra de desapariciones es muy inferior a la de otros países: el año pasado se produjeron unas 100 “desapariciones inquietantes” de menores y se denunciaron 15.000 en total, según datos del Cuerpo Nacional del Policía, frente a las 70.000 del Reino Unido o las más de 700.000 de Estados Unidos, sólo de menores. Por eso, en estos países hay ya infinidad de tecnologías para el rastreo de niños. La británica Connect Software, por ejemplo, vende brazaletes y ropa con chips en su interior del tamaño de una ficha de dominó. Tienen una batería que dura unos 5 años, y que emite una señal de radiofrecuencia (RFID) cuando pasa por una antena receptora. Sólo funciona, por tanto, en el espacio reducido en el que estén instaladas esas antenas. El equipo cuesta entre 700 y 1.500 euros.

Más prácticos son los dispositivos GPS, que permiten localizar a quien lo lleva por satélite, esté donde esté. La empresa estadounidense Wherify vende un reloj para niños equipado con esta tecnología.

Los móviles, brazaletes, relojes o gorras pueden servir para seguir el rastro de un niño que se pierde, pero tienen un inconveniente obvio en el caso de que haya sido secuestrado: el delincuente puede deshacerse de ellos. Por eso, en el año 2002 y tras el impactante secuestros de las niñas Holly Wells y Jessica Champan, el profesor de la Universidad de Reading Kevin Warwick ideó un implante subcutáneo que contenía un microchip que, a través de la red de telefonía móvil, enviaba señales a un ordenador para localizar a la víctima. Warwick -que ha probado esos implantes en su propio cuerpo- ofreció su invento públicamente a los padres británicos y recibió cientos de peticiones. Su propuesta fue recibida con un gran escándalo por sus implicaciones éticas y la pérdida de intimidad que implicaba, así que la desechó.

La tecnología, en todo caso, existe. El club barcelonés Baja Beach de Barcelona ya lo ofrece a sus clientes VIP para evitar colas, y en Puerto Rico se ha probado en el seguimiento de personas con Alzheimer. Pero el debate ético también existe. “¿Qué tipo de datos incluirán estos chips, y quién los va a usar y para qué?”, se plantea Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas. “La implantación de estas nuevas tecnologías, que parecen de ciencia-ficción, debe traer consigo una reflexión sobre su uso”.

LOS PEQUEÑOS Y SU TELÉFONO

La mitad de los niños manda al menos un SMS al día, según Protégeles.Un 38% de los menores afirma pasarlo “fatal” o sentirse “agobiado” sin su celular.El 41% de los niños no se gasta más de tres euros en llamadas a la semana.El 65% de los padres cree que los niños deben tener móvil por razones de seguridad.

Por su seguridad

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Feliz 1984

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