Tecnología contratecnología
La tecnología se puede usar para protegerse del abuso de la tecnología. Si los gobiernos o las empresas se pasan, la calle desarrollará métodos para la defensa. Un ejemplo clásico es la capucha, o ‘hoodie’ en el Reino Unido, que impide que las ubicuas cámaras de seguridad reconozcan al viandante y devuelve así la privacidad. Pero la tecnología puede volverse contra sí misma. Así nacieron el mando a distancia que apaga todos los televisores a la vista, o las bombillas infrarrojas que interfieren con los sistemas de lectura automática de matrículas, como los radares de tráfico. Ahora acaba de nacer el desconectador individual de móviles. Una caja negra que acaba con cualquier conversación de móvil en 10 metros a la redonda sin dar una pista: un aparato perfecto para el saboteador urbano que desea detener los abusos del móvil en el espacio público. Como el conocimiento no es cerrado, la guerra de contramedidas continuará, si el comercio y el estado siguen abusando. Lo pasmoso de los anuncios personalizados que asaltaban a los usuarios del metro en la película ‘Minority Report’ es que nadie pensara en llevar gafas de sol para librarse de ellos. Qué curioso que este tipo de defensas sea ilegal…
Yo, por ser sólo domingo, añado así a bote pronto acciones la Guía para la destrucción de sistemas CCTV de RTMark o el trabajo antisurveillance de Bill Brown y los SCP y documentación como el libro de Cómo hacer de Espías y la tira de Techno Tuesday :)
Vía Retiario.
Entrevista a Richard Stallman en español
La entrevista es del programa la Nit al Dia de Televisió de Catalunya y he llegado aquí a través de Loogic.
(…) Desde ahora cambiar o modificar una receta es ser pirata. Era mi enojo, cuando los desarrolladores decían que compartir o cambiar programas es ser pirata, no es verdad, ser piratas es atacar naves, es muy malo, pero compartir programas o recetas con su prójimo es bueno, por lo tanto es bueno bajarse música de internet, sí, porque nadie puede legítimamente prohibir la compartición entre la gente. Comprendo y estoy de acuerdo en que sea útil apoyar a los músicos de alguna manera, un sistema de derecho de copia sobre el uso comercial de la música puede ser bueno, ya que no es el mismo caso que las obras funcionales, de uso práctico como el softwre o recetas, las obras de uso práctico deben ser libres, los usuarios deben tener la libertad de usarlos incluso comercialmente y cambiarlos pero la música es diferente porque no es útil, es arte. Arte y obras útiles es difirente.
Primera Parte
Segunda Parte
Al final del segundo vídeo envía un curioso mensaje a Zapatero:
Hay algo que decir a Zapatero (…) Hay un plan de usar las bombas de Madrid como excusas para imponer vigilancia y quitar libertades a todos. Presentadora: ¿Habla de la administración norteamericana? No, no, de la Unión Europea (…) Y cuando pregunta alguien si esta medida es de verdad necesaria o vale lo que cuesta en libertad, evitan el tema diciendo "el mundo ahora es peligroso", no se puede preguntar si puede mantener su libertad. Pero si Zapatero dice "ya teníamos un ataque y un ataque basta, no aceptaremos un segundo ataque a nuestra libertad, no se puede usar un ataque a España como excusa", si el jefe de españa está en contra, sólo Zapatero puede resistir.
Traducción de “Scroogled” (“Engoogleados”), de Cory Doctorow
Hace un par de semanas hablábamos del relato de Cory Doctorow "Scroogled" en torno al punto de partida que le planteaba la revista Radar. El propio Doctorow, en Boing Boing, acaba de publicar que Felixe y Marisol han colaborado en la traducción al español del relato.
Esta traducción al español mexicano es una colaboración entre Marisol y Felixe. Nos basamos en la historia original publicada en la revista Radar Online y en una primera traducción al francés.
Para los que deseen leer la obra en algún otro formato también ponemos la versión en español del PDF: engoogleados.pdf y, por si deseas cocinar tu propia versión (para PDA, para xhtml o lo que gustes) de la versión en texto: engoogleados.txt
Descargar "Engoogleados" en PDF.
Vía Boing Boing y Trikinhuelas.
P2P: Is Big Brother Watching You?
"Los propietarios de derechos de autor vigilan las redes de intercambio para detectar posibles infracciones del copyright, según un estudio que recoge el sitio especializado en noticias científicas Phsyorg.
El informe, titulado "P2P, ¿está el gran hermano observándote?", se basa en la observación del tráfico de datos de un usuario de la red de intercambio de archivos de Gnutella durante 90 días. El resultado es bastante desalentador para los usuarios preocupados por su privacidad".
Leo en el blog de David Bravo que los usuarios de redes P2P son vigilados constantemente para combatir la piratería.
Escuchas
Acabo de recordar un libro que cogió Pedro prestado de El Corte Inglés:
"Escuchas" es un libro (ISBN: 84-7871-577-0) de Patrick Radden Keefe editado por RBA editores:
¿Cómo espía nuestros gobiernos? ¿A quién espía? ¿Es la interceptación de comunicaciones un medio eficaz de predecir e impedir ataques terroristas? Estos son los interrogantes básicos que se plantean aquí. La red de vigilancia mundial dirigida por Estados Unidos, conocida como Echelon, ha permitido a Estados Unidos y a sus aliados interceptar las llamadas telefónicas privadas y los mensajes electrónicos de ciudadanos y gobiernos de todo el planeta.
Keefe, tomando a Echelon como punto de partida, explora la naturaleza y el contexto de la interceptación de comunicaciones descubriendo anécdotas de la historia reciente muy esclarecedoras. El resultado es un libro audaz, que se lee como quien lee un relato, en parte documental, en parte ensayo sobre espionaje en la era digital. Escuchas comienza en Menwith Hill, una estación de espionaje secreta situada en Yorkshire; continúa en una estación espía estadounidense en Australia; pasa de la burocracia de los servicios de inteligencia en Washington al Parlamento europeo en Bruselas; de una base de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) abandonada de las montañas de Carolina del norte a una remota isla del Océano Índico, y lo hace destapando información y personajes poco conocidos. Provocador, divertido a menudo y alarmante sin ser alarmista, Escuchas es un viaje por un mundo extraño y oscuro con enormes implicaciones para nuestra seguridad e intimidad.
En la web de Radden Keefe se pueden leer otros artículos del autor.
Why shouldn’t I work for the NSA?
La Agencia de Seguridad Nacional (en inglés: National Security Agency), también conocida como NSA por sus siglas en inglés, es una agencia del gobierno de los Estados Unidos responsable de obtener y analizar información transmitida por cualquier medio de comunicación, y de garantizar la seguridad de las comunicaciones del gobierno contra otras agencias similares de otros países.
Seguir leyendo sobre la NSA en la wikipedia.
El texto del guión en versión original lo tengo en un archivo en mi portátil desde 2005 (¡es un .sxw!) :
I’m working at N.S.A. Somebody puts a code on my desk, something nobody else can break. So I take a shot at it and maybe I break it. And I’m real happy with myself, ’cause I did my job well. But maybe that code was the location of some rebel army in North Africa or the Middle East. Once they have that location, they bomb the village where the rebels were hiding and fifteen hundred people I never had a problem with get killed.
Now the politicians are sayin’ "send in the Marines to secure the area" ’cause they don’t give a shit. It won’t be their kid over there, gettin’ shot. Just like it wasn’t them when their number got called, ’cause they were pullin’ a tour in the National Guard. It’ll be some guy from Southie takin’ shrapnel in the ass. And he comes home to find that the plant he used to work at got exported to the country he just got back from. And the guy who put the shrapnel in his ass got his old job, ’cause he’ll work for fifteen cents a day and no bathroom breaks. Meanwhile my buddy from Southie realizes the only reason he was over there was so we could install a government that would sell us oil at a good price. And of course the oil companies used the skirmish to scare up oil prices so they could turn a quick buck. A cute, little ancillary benefit for them but it ain’t helping my buddy at two-fifty a gallon. And naturally they’re takin’ their sweet time bringin’ the oil back and maybe even took the liberty of hiring an alcoholicskipper who likes to drink seven and sevens and play slalom with the icebergs and it ain’t too long ’til he hits one, spills the oil, and kills all the sea-life in the North Atlantic. So my buddy’s out of work and he can’t afford to drive so he’s got to walk to the job interviews which sucks ’cause the shrapnel in his ass is givin’ him chronic hemorrhoids. And meanwhile he’s starvin’ ’cause every time he tries to get a bite to eat the only blue-plate special they’re servin’ is North Atlantic scrod with Quaker State.
So what’d I think? I’m holdin’ out for somethin’ better. I figure I’ll eliminate the middle man. Why not just shoot my buddy, take his job and give it to his sworn enemy, hike up gas prices, bomb a village, club a baby seal, hit the hash pipe and join the National Guard? Christ, I could be elected President.
Scroogled, de Cory Doctorow
Desde Boing Boing leo la entrevista con Cory Doctorow que The Wall Street Journal acaba de publicar al hilo del relato Scroogled que le encargaron a Doctorow con el siguiente punto de partida: "Escribe un relato sobre el día en que Google se convirtió en malvado".
In science-fiction author Cory Doctorow’s short story "Scroogled", a woman shrugs when she sees "Immigration–Powered by Google" on an airport sign, but that’s just the beginning of the search giant’s presence in a not-too-distant future.
The story, published in Radar Magazine’s latest issue, envisions a world in which Google turns into Big Brother. Customs agents grill travelers about their search queries, public places are swept by webcams and officials look for terrorist connections in social-networking sites. All of this is made possible by Google’s powerful search tools and the company’s willingness to share its trove of personal data with the government.
El relato ha sido publicado bajo licencia Creative Commons en Radar Magazine. En la entrevista, Doctorow contesta a una pregunta en la que el periodista le dice si hay señales de que Google realmente pueda hacer eso, si hay algo que le preocupe realmente por parte de Google:
WSJ.com: Are there signs of that at Google? Are they doing something that concerns you?
Mr. Doctorow: Sure, absolutely, there have been lots of signs of that. I mean, one of the things that I think is in Google’s DNA is a real tension about, on the one hand, being good to people, but on the other hand, acquiring as much information about them as they can, under the rubric that it allows them to be better to people.
And it does, a lot of the time. There are lots of ways in which Google knowing more about you makes Google better for you. But without much regard to what’s happening in the world around us, in an era in which the national security apparatus has turned into a kind of lumbering, savage, giant toddler, it behooves us to not leave things within arm’s reach that it might stick in its mouth. And that includes things like my search history. And I’d prefer that Google not be storing a lot of that stuff, especially today, especially after Patriot [Act] and so on. They’re inviting abuse, I think, by doing that. The steps you don’t save can’t be subpoenaed. And by saving them, Google is inviting a subpoena.
So Google’s always had this kind of "We will collect all your information, and it will belong to us, and you won’t be able to take it away, but it’s OK because we’ll only do good things for you" attitude, and that’s a bit of a problem.
Así comienza el relato:
Greg landed at San Francisco International Airport at 8 p.m., but by the time he’d made it to the front of the customs line, it was after midnight. He’d emerged from first class, brown as a nut, unshaven, and loose-limbed after a month on the beach in Cabo (scuba diving three days a week, seducing French college girls the rest of the time). When he’d left the city a month before, he’d been a stoop-shouldered, potbellied wreck. Now he was a bronze god, drawing admiring glances from the stews at the front of the cabin.
Four hours later in the customs line, he’d slid from god back to man. His slight buzz had worn off, sweat ran down the crack of his ass, and his shoulders and neck were so tense his upper back felt like a tennis racket. The batteries on his iPod had long since died, leaving him with nothing to do except eavesdrop on the middle-age couple ahead of him.
"The marvels of modern technology," said the woman, shrugging at a nearby sign: Immigration—Powered by Google.
Guide to Closed Circuit Television (CCTV) destruction
Un texto de rtmark
Esta guía es una traducción del original “Guide to Closed Circuit Television (CCTV) destruction” escrita en 2001 por rtmark. La traducción forma parte del proceso de investigación llevado a cabo por el colectivo ZEMOS98 y Fundación Rodríguez de cara a la exposición PANEL DE CONTROL. Interruptores críticos para una sociedad vigilada. que estará presente en el Monasterio de San Clemente – sede oficial de ZEMOS98 [novena edición] del 20 al 30 de marzo.
Todos los métodos descritos en esta guía han sido rigurosamente comprobados en la práctica. Por favor, presta especial atención al apartado de entrenamiento. Enviar comentarios, sugerencias y actualizaciones a: cctv@rtmark.com Última actualización del documento original: septiembre 2001.
¿PORQUÉ DESTRUIR CÁMARAS DE CCTV?
1.1) ¿Porqué destruir cámaras cctv? Confía en tus instintos pero, si necesitas una justificación intelectual, entonces:
“La mirada de la cámara no se enfoca a todo usuario de la calle de igual manera sino a aquellos quienes están predeterminados como descaminados – de forma estereotipo -, a través de sus apariencias o maneras de ser, están marcados como no respetables. De esta manera, la juventud, sobre todo aquella considerada socialmente y económicamente marginal, puede que esté sometida a unos niveles de intervención autoritaria y estigmatización oficial aún más grande y, en vez de contribuir a la justicia social por medio de la reducción de victimización, las cámaras de CCTV serán meramente un instrumento de injusticia a través de una política policial aún más diferenciada y discriminatoria.”.
“un instrumento de control social y de la producción de disciplina; la producción de ’conformidad anticipada ’; la certeza de una respuesta rápida a un comportamiento visto como descaminado y la confección de dossiers individualizados de la población monitorizada.”
“The unforgiving Eye: CCTV surveillance in public space”(El ojo que no perdona: Vigilancia CCTV en el espacio público), Dr Clive Norris y Gary Armstrong del Centre for Criminology and Criminal Justice at Hull University, UK.
“Lo que hemos mostrado es que las cámaras de CCTV no redujo el crimen – incluso habrá aumentado – y tampoco redujo el miedo en torno al crimen. Incluso, ha habido un pequeño aumento de ansiedad sobre el tema.” Professor Jason Ditton de Sheffield University.
Cibercontrol social
Bajo este angustiante nombre se enmarcan las diferentes técnicas que se han venido desarrollando en el último cuarto de siglo para controlar al ciudadano de a pie tanto dentro de las redes de comunicación globales como fuera de ellas. Olvidemos las películas de serie B de espías y contra-espías en el Telón de Acero, el objetivo ahora es cualquier ciudadano, en principio anónimo, que tenga potencialmente algo que esconder. El progreso tecnológico ha permitido esta labor que hace bien poco se antojaba imposible, aprovechándose además del amparo y la falsa sensación de anonimato que provoca el uso de Internet.
Sistemas de control en Internet
Desde los comienzos de Internet, cuando la antigua Arpanet tenía mucho más de aldea que de global, el proyecto Echelon ya funcionaba interceptando contenidos considerados como peligrosos en las comunicaciones electrónicas. En un principio nadie quiso creer paranoicas historias sobre sistemas de espionaje computerizado, satélites vigilando noche y día nuestras comunicaciones, filtros de correo electrónico, etc. Todo parecía sacado de una vieja película de espías. Sin embargo, 30 años después de su constitución en 1971, el Parlamento Europeo hizo pública su existencia en mayo de 2001:
“(…) No hay ninguna razón para seguir dudando de la existencia de un sistema de intercepción de las comunicaciones a nivel mundial en el que participan los Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda en el marco del Acuerdo UK/USA; considerando, asimismo, que según las informaciones de que se dispone, es probable que su nombre sea “ECHELON”, si bien no es éste un aspecto de importancia primordial (…) El sistema no se utiliza para interceptar comunicaciones militares, sino privadas y económicas (…)[1]“