¿Qué hace Facebook con tus datos personales?
Michel Bauwens postea un vídeo corto sobre Facebook en el blog de la P2P Foundation que nos muestra qué pasa con nuestros datos en esta red social:
Brick Lane by CCTV
Brick Lane by CCTV. There’s more CCTV cameras on the Brick than there is rubbish bins. And we’ve got photos of them all.
Pincha sobre la imagen para acceder a flickr y poder navegar por las fotos de cámaras de seguridad de Brick Lane. Un gran trabajo de mapeo y visualización que tenemos pensado hacer también en Sevilla, continuando lo que ya hicimos en Vic o en la zona de la Alameda con el taller de UNIA Feliz 1984.
Vía Ricardo
Google Maps Streetview en Sevilla
Aunque algunos transeúntes puedan temer por su privacidad si Google decide sacarles en una toma, la compañia ya ha anunciado que borrará la cara de los peatones para que no sean reconocidos. Este servicio ya causó cierta polémica por algunas imágenes en las que se veía a ciudadanos en situaciones comprometidas que podían poner en peligro su derecho a la privacidad.
Y no pasa nada.
Otro género de ficción: la videovigilancia
La Constitución Española indica que “se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen”, así como que “la ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos”. Conscientes de que estamos siendo vigilados casi constantemente, tendemos a naturalizarlo e interiorizar el discurso político y mediático de una supuesta seguridad por la que pagamos cediendo parte de nuestras libertades civiles.
El uso generalizado de cámaras de videovigilancia -y otros dispositivos tecnológicos de control como radares o sensores- en el mobiliario urbano de nuestras ciudades conforma un paisaje arquitectónico en el que las cámaras se camuflan en una situación “alegal” en la mayor parte de los casos. Pero estamos más tranquilos (en casa, en el colegio, en el trabajo, etc).
El argumento del miedo y la paranoia es la excusa ideada por el sistema para que transfiramos nuestra responsabilidad y subjetividad a estas “máquinas automatizadas de percepción”, ojos siempre abiertos más ágiles y eficaces que nosotros y a los que otorgamos credibilidad por su singular textura, verdadera, objetiva, real.
Ahora se trata de agudizar nuestra mirada. Las imágenes captadas en bancos, plazas, colegios o en las entradas y salidas del edificio donde trabajas son capaces de construir nuevas subjetividades, nuevas narraciones, “historias de control” personalizadas. Es urgente desmontar el discurso mediático de la videovigilancia. No es más que otro género de ficción.
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Es una breve columna de opinión que he escrito para el próximo número de la revista Vídeo Popular, imagino que saldrá publicado.
Y es un homenaje a los Rodríguez por la de cosas que nos/me han enseñado, quizás sin ni siquiera saberlo.
Control social en la sociedad red
Navegando en torno al concepto de sociedad-red a raíz del post anterior sobre la entrevista de El País a Manuel Castells, me he encontrado con un trabajo sobre el control social a cargo de Miguel-Héctor Fernández-Carrión: Control social en la sociedad red (PDF).
Resumen:
El control social es tan antiguo como la historia de la humanidad, siempre ha existido. Lo que ha cambiado ha sido sus condicionantes ideológicos y la forma de aplicarse. A partir del último cuarto del siglo XX, la revolución de la información/comunicación ha dado lugar a un cambio de sociedad, que se muestra más sutil, por la red, y se ha globalizado. Y por las peculiaridades que le confiere el “informacionalismo” (Castells) a la cibersociedad o “sociedad red” (Castells), este control se ejerce unilateralmente desde la actual superpotencia, los Estados Unidos con la supervisión técnico, gestión y manipulación de los contenidos presentes en la red, y por ende de la sociedad.
“El poder tiene miedo de Internet”, Manuel Castells
Manuel Castells habla sobre internet, poder, control y vigilancia en El País, pegamos la entrevista de Milagros Pérez Oliva completa, pero con algunos enlaces añadidos, algo que este periódico podría pensar en poner de vez en cuando.
Si alguien ha estudiado las interioridades de la sociedad de la información es el sociólogo Manuel Castells (Hellín, 1942). Su trilogía La era de la información: economía, sociedad y cultura ha sido traducida a 23 idiomas. Es uno de los primeros cerebros rescatados: volvió a España, a dirigir la investigación de la Universitat Oberta de Catalunya, en 2001, después de haber investigado e impartido clases durante 24 años en la Universidad de California, en Berkeley. Una de sus investigaciones más reciente es el Proyecto Internet Cataluña, en el que durante seis años ha analizado, mediante 15.000 entrevistas personales y 40.000 a través de la Red, los cambios que Internet introduce en la cultura y la organización social, y acaba de publicar, con Marina Subirats, Mujeres y hombres, ¿un amor imposible? (Alianza Editorial), donde aborda las consecuencias de estos cambios.
Pregunta. Esta investigación muestra que Internet no favorece el aislamiento, como muchos creen, sino que las personas que más chatean son las más sociables.
Respuesta. Sí. Para nosotros no es ninguna sorpresa. La sorpresa es que ese resultado haya sido una sorpresa. Hay por lo menos 15 estudios importantes en el mundo que dan ese mismo resultado.
P. ¿Por qué cree que la idea contraria se ha extendido con éxito?
R. Los medios de comunicación tienen mucho que ver. Todos sabemos que las malas noticias son más noticia. Usted utiliza Internet, y sus hijos, también; pero resulta más interesante creer que está lleno de terroristas, de pornografía… Pensar que es un factor de alienación resulta más interesante que decir: Internet es la extensión de su vida. Si usted es sociable, será más sociable; si no lo es, Internet le ayudará un poquito, pero no mucho. Los medios son en cierto modo la expresión de lo que piensa la sociedad: la cuestión es por qué la sociedad piensa eso.
P. ¿Por miedo a lo nuevo?
R. Exacto. Pero miedo, ¿de quién? De la vieja sociedad a la nueva, de los padres a sus hijos, de las personas que tienen el poder anclado en un mundo tecnolígica, social y culturalmente antiguo, respecto de lo que se les viene encima, que no entienden ni controlan y que perciben como un peligro, y en el fondo lo es. Porque Internet es un instrumento de libertad y de autonomía, cuando el poder siempre ha estado basado en el control de las personas, mediante el de información y comunicación. Pero esto se acaba. Porque Internet no se puede controlar.
P. Vivimos en una sociedad en la que la gestión de la visibilidad en la esfera pública mediática, como la define John J. Thompson, se ha convertido en la principal preocupación de cualquier institución, empresa u organismo. Pero el control de la imagen pública requiere medios que sean controlables, y si Internet no lo es…
R. No lo es, y eso explica por qué los poderes tienen miedo de Internet. Yo he estado en no sé cuántas comisiones asesoras de gobiernos e instituciones internacionales en los últimos 15 años, y la primera pregunta que los gobiernos hacen siempre es: ¿cómo podemos controlar Internet? La respuesta es siempre la misma: no se puede. Puede haber vigilancia, pero no control.
P. Si Internet es tan determinante de la vida social y económica, ¿su acceso puede ser el principal factor de exclusión?
R. No, el más importante seguirá siendo el acceso al trabajo y a la carrera profesional, y antes el nivel educativo, porque, sin educación, la tecnología no sirve para nada. En España, la llamada brecha digital es por cuestión de edad. Los datos están muy claros: entre los mayores de 55 años, sólo el 9% son usuarios de Internet, pero entre los menores de 25 años, son el 90%.
P. ¿Es, pues, sólo una cuestión de tiempo?
R. Cuando mi generación haya desaparecido, no habrá brecha digital en el acceso. Ahora bien, en la sociedad de Internet, lo complicado no es saber navegar, sino saber dónde ir, dónde buscar lo que se quiere encontrar y qué hacer con lo que se encuentra. Y esto requiere educación. En realidad, Internet amplifica la más vieja brecha social de la historia, que es el nivel de educación. Que un 55% de los adultos no haya completado en España la educación secundaria, esa es la verdadera brecha digital.
(seguir leyendo…)
Video IP – Monitoreo Urbano
Algunos datos que parecen en el siguiente (y escalofriante) vídeo:
- Un nuevo concepto de vigilancia permanente para solucionar problemas
- Tranquilidad para los ciudadanos
- Eficiencia y agilidad para las fuerzas y cuerpos de seguridad
- Tecnología y bienestar
- Monitorea entradas y salidas de la ciudad
- Vigila escuelas y puntos con gran flujo de personas, así como lugares con alta peligrosidad
- Visión permanente y vigilante
- De 267 cámaras, 55 se instalan en escuelas para seguridad de alumnos y profesores
“Feliz 1984″: ¿es posible hacer una crítica cultural a la sociedad control?
Cuando termine este post (a propósito, el cansancio lo hace necesariamente breve) daré por concluida esta primera e intensísima jornada del curso “Feliz 1984: Hacia una sociedad vigilada”. Con el inexplicable overbooking cultural de la ciudad estas últimas semanas (EBE07 aka “A ti no te vi”, Donestech, Transformaciones con Laura o el propio curso Feliz 1984) que a veces hace imposible estar en dos (o tres) sitios a la vez, hemos arrancado de nuevo con la pregunta que ha impregnado todo el proceso de investigación sobre el estar fuera de control de la última edición del festival y, en concreto, de la exposición “Panel de Control”, tan criticable y a la vez tan mimada por el colectivo. Quizás criticable por haber sido demasiado mimada. Ah, la pregunta en cuestión era: ¿es posible hacer una crítica cultural a la sociedad control?.
Para nosotros, tener el libro de “Panel de Control” en nuestras manos y dirigir este curso significa de alguna manera cerrar el ciclo de la novena edición de ZEMOS98. A partir de ahora (y más nos vale) sólo tendremos en la cabeza la 10a edición, que se celebrará del 24 al 30 de marzo de 2008.
Esta mañana hemos hecho un repaso por algunos antecedentes de este proyecto sin ánimo de ser historicistas y dejándonos llevar por aquellos proyectos que nos apetecía recordar, unos antecedentes que también lo son de este blog. Mientras algún profesor en el instituto nos explicaba qué significaba la palabra “distopía” y nos mostraba “1984″ como ejemplo, Fundación Rodríguez ya trabajaba el concepto de la videovigilancia como género y las elucubraciones ficionantes.
En 2004, Dani y Pedro proyectaban a dos manos la Winston Smith Syndrome Association, una asociación creado por Dani y Pedro y que sólo tiene dos socios, Dani y Pedro. Hace pocos días hablaba de El Puerto Aéreo o del nuevo proyecto de voluble.net sobre apropiacionismo móvil y los sistemas de seguridad. No me podía olvidar de la pieza “Ilegal” de Pedro, que pienso que debería haber tenido un espacio en la expo (ahora la haría tan diferente…). Hemos puesto tantas veces Zap War de Laura Baigorri en cursos de lectura de imágenes y lo consideramos un vídeo tan fundamental que tampoco hemos pasado la oportunidad de compartirlo en clase.
El trabajo de ALKU ha llamado la atención de los guardias de seguridad de la UNIA, que al escuchar uno de los tracks han entrado en clase preocupados por ver lo que pasaba. Y eso que sólo hemos podido sacar audio a unos altavoces pequeñitos. Hemos recordado la maravillosa experiencia de Vic, que mañana continuaremos con el paseo.
Hemos hecho la obligada parada en el panóptico de Bentham, en Orwell y Foucault, dejando la idea del paso de las sociedades disciplinarias a la sociedad de control de Deleuze en manos de Osfa.
Hemos desarrollado la propuesta de texto previo a la entrevista que mantuve con Bill Brown y hemos presentado el trabajo de los Surveillance Camera Players, que van a ser el 50% de este curso por lo que nos gusta su trabajo, aunque tampoco se librarán de criticas por su visión anti tecnológica que no coincide con el uso que le damos nosotros a los aparatos.
Pedro ha trabajado en una aproximación a las leyes sobre videovigilancia, que ha hilvanado con un debate que, como suele suceder, ha sido lo más breve de la mañana pero también lo más interesante. Ha sido complejo, se ha hablado de la necesidad de construcción de un sentido común crítico que no ceda ante la supuesta objetividad de los dispositivos de visualización (como las cámaras de videovigilancia), sino firmar un contrato social a través del que podamos construir un sentido común que parte de la suma de las subjetividades. Una cesión de responsabilidad a las máquinas de visibilidad es lo que se esconde detrás de una logística de la percepción, donde se intenta iluminar todo, pero el camino es cada vez más oscuro.
Después de comer han hablado Osfa y Luis André, a los que también se ha unido Luismi, de la Asamblea en defensa del espacio público. El debate se ha centrado quizás demasiado en la problemática del borrador de la nueva ordenaza cívica que parte del Ayuntamiento de Sevilla para el desarrollo de actividades en el espacio público de la Alameda. Pero las referencias a “Ecología del miedo” de Mike Davis o el proyecto de la Plaza de las Libertades que ha aportado Osfa han enriquecido el debate.
A las 19.30h tuve que abandonar el debate para presentar el libro de Panel de Control en la FNAC. Había más gente de la que esperaba y me ha alegrado ver por allí a todos ellos. Gracias de nuevo.
Mañana saldremos a la calle y por la tarde hablaremos del cibercontrol con Arturo Quirantes y Ana Montejana. Os dejo algo que vagaba perdido por nuestro servidor y esta misma noche hemos recurperado:
Por cierto, ya no nos cabe la menor duda: sí que se puede hacer una crítica cultural a la sociedad de control.
Al final no ha sido tan breve, y necesito descansar.
Tecnología contratecnología
La tecnología se puede usar para protegerse del abuso de la tecnología. Si los gobiernos o las empresas se pasan, la calle desarrollará métodos para la defensa. Un ejemplo clásico es la capucha, o ‘hoodie’ en el Reino Unido, que impide que las ubicuas cámaras de seguridad reconozcan al viandante y devuelve así la privacidad. Pero la tecnología puede volverse contra sí misma. Así nacieron el mando a distancia que apaga todos los televisores a la vista, o las bombillas infrarrojas que interfieren con los sistemas de lectura automática de matrículas, como los radares de tráfico. Ahora acaba de nacer el desconectador individual de móviles. Una caja negra que acaba con cualquier conversación de móvil en 10 metros a la redonda sin dar una pista: un aparato perfecto para el saboteador urbano que desea detener los abusos del móvil en el espacio público. Como el conocimiento no es cerrado, la guerra de contramedidas continuará, si el comercio y el estado siguen abusando. Lo pasmoso de los anuncios personalizados que asaltaban a los usuarios del metro en la película ‘Minority Report’ es que nadie pensara en llevar gafas de sol para librarse de ellos. Qué curioso que este tipo de defensas sea ilegal…
Yo, por ser sólo domingo, añado así a bote pronto acciones la Guía para la destrucción de sistemas CCTV de RTMark o el trabajo antisurveillance de Bill Brown y los SCP y documentación como el libro de Cómo hacer de Espías y la tira de Techno Tuesday :)
Vía Retiario.