Si fuera por nuestra seguridad…

Inicios

Extraído de “Lavapiés, un barrio feliz” del blog inicios.es

¿Qué hace Facebook con tus datos personales?

Michel Bauwens postea un vídeo corto sobre Facebook en el blog de la P2P Foundation que nos muestra qué pasa con nuestros datos en esta red social:

Prohibido taparse la cara en las manifestaciones

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La ministra de Interior del gobierno francés, Michele Alliot-Marie, consideró la posibilidad de esta prohibición a raíz de los actos de violencia cometidos por personas con el rostro cubierto durante la cumbre de la OTAN en Estrasburgo (este) a principios de abril.

El decreto del primer ministro François Fillon castiga con una multa de 1.500 euros “el hecho de que una persona, en el seno o en las inmediaciones de una manifestación en la vía pública, disimule voluntariamente su rostro para no ser identificado en circunstancias que hagan temer atentados al orden público”.

El decreto prevé que, en caso de reincidencia en un plazo de un año, la multa pueda elevarse a 3.000 euros.

Se prevén excepciones para “las manifestaciones conforme a los usos locales o cuando la disimulación del rostro está justificada por un motivo legítimo”.

La publicación de este decreto llega antes de que la Asamblea Nacional (cámara baja del Parlamento francés) comience a examinar a partir del martes una proposición de creación de un delito de “participación en banda violenta” agravado en caso de cubrimiento del rostro.

Medida grotesca Varios sindicatos de policías cuestionaron la medida considerando que las posibilidades reales de arrestar a una persona con el rostro cubierto durante una manifestación son muy limitadas. De su lado, el presidente de honor de la Liga de derechos humanos, Michel Tubiana, catalogó el decreto de “medida grotesca que va a crear más problemas, en vez de aportar soluciones”.

La principal defensora de este decreto, la ministra del Interior francesa, se inspiró de textos similares en vigor en otros países de Europa, como Alemania, donde una ley que data de 1985 estipula que los manifestantes tienen prohibido participar en una protesta “si llevan vestidos o artículos que impidan su identificación”. Los detractores de la nueva ley sostienen que ésto podría ser una puerta abierta al abuso policial. En definitiva, un pañuelo o unos lentes oscuros podrían incitar al arresto, consideraron.

Artículo publicado en La Republica.es

La sociedad de control, el libro de Versvs

Versus también es Jose Francisco Alcántara (Málaga, 1980), licenciado en química por la Universidad de Málaga. Y está de enhorabuena porque tiene acabado su libro La sociedad de control. Privacidad, propiedad intelectual y el futuro de la libertad. La verdad es que el blog Versvs es desde hace tiempo una referencia obligada para conocer y reflexionar en torno a la privacidad, videovigilancia, control, RFID, derechos y software libre.

Dice que aún no tiene ni portada, desde aquí le proponemos que publique varias opciones y entre todos le ayudemos a decidir cuál mola más.

¡Felicidades!

La mejor noticia es que el libro será libre, cedido al dominio público desde el primer momento, y que aunque la versión libre en papel habrá que pagarla (esto es obvio) habrá una versión libre y gratuita en PDF descargable

“La Calle es de Todxs” inicia su campaña contra el proyecto de de videovigilancia en Sevilla

La Asamblea por el Libre Uso del Espacio Público La Calle es de Todxs ha comenzado su campaña contra el proyecto de implantación de un sistema de videovigilancia en los espacio públicos de Sevilla y el modelo de ciudad basado en el control social. Despues de dos sesiones informativas y de debate en las últimas semanas, esta acción ha consistido en un paseo por el centro y la elaboración de un mapa que visibilice las cámaras de vigilancia que ya hay instaladas. Se han realizado también entrevistas a lxs ciudadanxs para saber su opinión al respecto y darles a conocer el “Manifiesto contra el proyecto de implantación de videovigilancia en el espacio póblico de Sevilla”.

Ayer día jueves 5 de junio (desde las 19.30 hasta pasadas las 22.00h) la asamblea recorrió las calles de Imagen, Campana, Cuna, Tetuán, Sierpes o Entre Cárceles, haciendo paradas en la Plaza Nueva o El Salvador. La acción, a la que se sumaron vecinos y viandantes, consistió en señalar con el dedo y marcar con pegatinas las cámaras de videovigilancia que apuntan al espacio público y documentarlo con fotos y vídeo.

El pasado mes de febrero, la Federación de Comerciantes de Sevilla (APROCOM) firmó un convenio con la empresa INDRA (principal empresa armamentística del Estado Español) para instalar un sistema de videovigilancia urbana en las calles de los 6 “centros comerciales abiertos” y 12 polígonos industriales de Sevilla. La propuesta pretende que el Ayuntamiento financie este sistema.

La Asamblea por el Libre Uso del Espacio Público La Calle es de Todxs, se opone totalmente a este proyecto, incluso si finalmente fuera realizado con capital privado, por suponer un atentado a nuestro legítimo derecho a la intimidad y a la propia imagen. Esto se enmarca en el modelo de ciudad que se viene implantando en Sevilla y otras muchas ciudades, a base de control policial en el espacio público y recorte de libertades. No queremos una ciudad-escaparate donde al salir a la calle sientas que te están observando en todo momento. Queremos una ciudad de calles vivas y personas libres, no una cárcel a puertas abiertas.

Se puede leer completo el “Manifiesto contra el proyecto de implantación de videovigilancia en el espacio público de Sevilla” de La calle es de todxs en su web: http://lacalleesdetodos.blogspot.com

Periodistas ante la videovigilancia

Estoy suscrito al servicio de aviso de noticias de google con varias palabras clave, entre otras, con la palabra “videovigilancia”. Así, cada vez que una noticia de las que google indexa lleva en su texto esta palabra, me llega un mensaje al correo con el enlace de la noticia en cuestión. Normalmente recibo en mi bandeja de entrada artículos acerca de la necesidad que ven comerciantes, ciudadano y, por ende, ayuntamientos de implantar un sistema de videovigilancia que produzca un suspuesto efecto de persuasión a los malhechores y reduzca los índices de criminalidad que, según los medios, parecen estar por las nubes. Otra cosa es que las estadísticas digan lo contrario.

Consecuentemente, esto influye en la paranoia colectiva y tiene como repercusión que el ciudadano en general vea con buenos ojos cualquier medida que se tome en nombre de su propia seguridad, ya sean el aumento de policías y seguridad privada o la instalación de este tipo de dispositivos de control como son las videocámaras, altavoces o cualquier otro que con el avance de la tecnología (y su precio accesible para casi todos) podamos imaginar.

Experimentos como el de Dier y Noaz hacen observar que el efecto paranoico conlleva la sumisión al control y el hacer pasar a segundo plano derechos universales y constitucionales como la intimidad, la privacidad, el derecho a reunirse libremente, el derecho a no ser sospechoso por defecto. Pero, ¿quién genera esta paranoia?. Parto del hecho de que es un efecto que hay quien busca, no es algo natural aunque se intente naturalizar y esos que ponen en práctica técnicas goebbelsianas para conseguirlo están en muchos casos invisibilizados, ocultos o al menos no claramente identificados.

Imagino que tiene que ver en primer lugar con aquellos que ponen en el mercado la tecnología: empresas militares, aseguradoras, empresas de seguridad privada, detectives privados, no sé. También los que quieren ahorrarse personal, una inversión a tiempo en un buen sistema de CCTV puede ahorrarte en poco tiempo el sueldo y costes de un trabajador que haga de vigilante. Una propuesta similar a la que hizo Jeremy Bentham y su modelo de cárcel panóptica. También andan detrás de esta propaganda los que tienen negocios y ven en la videovigilancia la panacea de la seguridad y prevención total, sin importarle si en el camino se pierden derechos o si realmente los estudios indican que en la mayor parte de los casos el sistema no es efectivo. Por supuesto, los políticos toman parte de la construcción del discurso del miedo, no cabe duda. La estrategia es (1) meto miedo en el cuerpo alertando de una situación peligrosa a través de rumores, despistes, etc. que desorienta a la ciudadanía hasta que (2) aparezco como el gran salvador proponiendo soluciones en favor de la seguridad por encima de todas las cosas, ya que la situación es extrema. El fin justifica los medios.

Y todo esto nos llega a través de los medios de comunicación, principalmente televisión, radio y prensa escrita. Los medios como tales, esto es, grandes corporaciones que tienen intereses económicos entiendo que apoyen este discurso del miedo. Sin embargo, me preocupa la actitud de un periodista cuando se enfrenta a este tema. En una gran mayoría de los casos ni siquiera se molestan en leerse la ley y cometen errores de base a la hora de hablar de videovigilancia. Es preocupante que se pongan por defecto del lado de los que defienden el sistema de control y que no haya casi nunca espacio para la reflexión, para preguntarse al menos si habría que debatir la decisión, para dar voz a los que nos estamos a favor y preguntar nuestras razones. Es lo que antes se llamaba ética periodística, que tiene una responsabilidad.

Siento que algunxs amigxs se van a sentir ofendidos porque estoy “atacando” de alguna manera la profesión, es lo que tiene estar suscrito a una palabra clave como videovigilancia y recibir todos los días noticias defendiendo a veces lo indefendible con frases como “el que no tiene nada que ocultar no debe tener problemas”. No digo que ellos mismos la escriban, pero sí la enfatizan en boca de otros.

De vez en cuando -y aunque no sea un punto de vista revolucionario- aparecen noticias que sí dan un mínimo espacio a la reflexión y la crítica. No tengo ni idea de la ideología que anda detrás de este periódico, pero Aviso, cámaras grabando aparecido en La Verdad de Albacete tiene lo mínimo que se le puede pedir a un texto periodístico sobre el tema: diferentes puntos de vista y fuentes, acercamiento (aunque incompleto) a la ley y llamada a la reflexión. Hoy estoy optimista, así que no voy a buscar otra noticia que equilibre la balanza y se acerque más a lo que comento arriba.

Google Maps Streetview en Sevilla

Google Maps Streetview

Aunque algunos transeúntes puedan temer por su privacidad si Google decide sacarles en una toma, la compañia ya ha anunciado que borrará la cara de los peatones para que no sean reconocidos. Este servicio ya causó cierta polémica por algunas imágenes en las que se veía a ciudadanos en situaciones comprometidas que podían poner en peligro su derecho a la privacidad.

Y no pasa nada.

Los coches de Google ya recorren Sevilla

Desnudos

Así me he sentido en mi periplo Sevilla-Madrid-Paris-NYC-Miami-Bogotá-Lima-Cuzco-Lima-Santiago de Chile-Madrid-Sevilla:

Portada New Yorker

Vía Guerra Eterna

Otro género de ficción: la videovigilancia

La Constitución Española indica que “se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen”, así como que “la ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos”. Conscientes de que estamos siendo vigilados casi constantemente, tendemos a naturalizarlo e interiorizar el discurso político y mediático de una supuesta seguridad por la que pagamos cediendo parte de nuestras libertades civiles.

El uso generalizado de cámaras de videovigilancia -y otros dispositivos tecnológicos de control como radares o sensores- en el mobiliario urbano de nuestras ciudades conforma un paisaje arquitectónico en el que las cámaras se camuflan en una situación “alegal” en la mayor parte de los casos. Pero estamos más tranquilos (en casa, en el colegio, en el trabajo, etc).

El argumento del miedo y la paranoia es la excusa ideada por el sistema para que transfiramos nuestra responsabilidad y subjetividad a estas “máquinas automatizadas de percepción”, ojos siempre abiertos más ágiles y eficaces que nosotros y a los que otorgamos credibilidad por su singular textura, verdadera, objetiva, real.

Ahora se trata de agudizar nuestra mirada. Las imágenes captadas en bancos, plazas, colegios o en las entradas y salidas del edificio donde trabajas son capaces de construir nuevas subjetividades, nuevas narraciones, “historias de control” personalizadas. Es urgente desmontar el discurso mediático de la videovigilancia. No es más que otro género de ficción.

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Es una breve columna de opinión que he escrito para el próximo número de la revista Vídeo Popular, imagino que saldrá publicado.

Y es un homenaje a los Rodríguez por la de cosas que nos/me han enseñado, quizás sin ni siquiera saberlo.

Look, otra peli sobre videovigilancia

El tráiler de esta nueva película -de ficción- da un par de datos que suponíamos, pero que no sabíamos exactamente: en los Estados Unidos hay unos 30 millones de cámaras de vigilancia y un americano medio es grabado por ellas unas 200 veces al día. Look es la nueva película de Adam Rifkin -recién estrenada en los EEUU- inspirada en esta demencial profusión de cámaras. El gran dispositivo a escala nacional incluye cámaras en parkings, calles, tiendas, etc, pero también en vestuarios y servicios públicos (hay pocos estados cuyas leyes prohíban explícitamente estos emplazamientos). Después de despojar al ciudadano del espacio público, la seguridad nos está despojando del ámbito privado (teóricamente sagrado en la cultura americana).

Rifkin no ha utilizado vídeos reales, sino que ha dispuesto sus cámaras en las mismas localizaciones que estaban los dispositivos de vigilancia y ha tratado después las imágenes en postproducción para darles una apariencia similar. Además, ha utilizado actores completamente desconocidos para aumentar aún más la verosimilitud. Como curiosidad, la página de la película ofrece una sección con ejemplos de vídeos reales. Para que te hagas una idea, en la lista de los más vistos se encuentran joyas como el secuestro de una prostituta o una “spanish girl” en un probador de ropa.

Lo he leído en Inicios.

La lista de películas que tratan sobre este tema se hace cada vez más amplia. Algunas son distópicas y otras cada vez tienen más relación con lo que hay hoy, con poca ciencia ficción de por medio. Estas navidades vi La vida de los otros, y tengo apuntado Redacted de Brian de Palma.

En España, aunque no lo parezca, también se hacen cosas más allá de la gloriosa Más de mil cámaras velan por tu seguridad. Algunas tan poco conocidas como una película de Fernando Huertas que se llama “El elegido” (protagonizada por José Luis López Vázquez y Amparo Baró). Es de 1985, bastante antes del “fenómeno Gran Hermano” o El Show de Truman, imagino que le hubiese gustado publicarla en 1984. También un corto de 1996 de Felipe Luna que se titula Te lo Mereces (1996).

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