EL PROBLEMA DEL HAMBRE EN EL MUNDO ES POLITICO

Según un estudio realizado por personal de la Ohio State University, la clave para
ayudar a los países en vías de desarrollo con una población que pasa
hambre no es proporcionarles sólo comida, sino eliminar la guerra y
promover la instauración de gobiernos estables y democráticos.


El estudio se ha hecho sobre los datos de 53 países
tercermundistas con más de 1 millón de habitantes, y ha revelado que
los altos niveles de hambre infantil estaban a su vez relacionados con
los altos niveles de guerra interna y violencia, represión política,
tráfico de armas y presión demográfica.

El envío de alimentos y ayudas procedentes de países
desarrollados es beneficioso, pero sus efectos son modestos cuando se
les compara con los factores políticos que afectan a dichas naciones.

Efectivamente, el suministro de alimentos no es la cuestión
central a tener en cuenta para conseguir reducir el hambre, dice Craig
Jenkins, coautor del estudio. Estamos ante un problema político.

La situación de Afganistán es un buen ejemplo. Años de guerra
y de gobierno talibán han contribuido a crear una situación de
hambruna. La instalación de un gobierno e instituciones estables es
tan importante como proporcionar comida para evitar esta situación.

Jenkins y sus colegas han usado principalmente datos de las
Naciones Unidas, para ver qué factores afectan tanto al suministro de
alimentos como al porcentaje de niños de menos de cinco años con peso
adecuado. La información era de 1988 a 1992, la más reciente
disponible.

El resultado indica que la violencia interna en estos países,
como por ejemplo guerras civiles, es el principal factor en el hambre
infantil.
Los procesos de democratización, en cambio, ayudan a reducirla, como
también niveles inferiores de tráfico de armas.

En países sin gobiernos democráticos estables, la comida es a
menudo utilizada como método de control por parte de los líderes
políticos o por las facciones de guerreros. En estos casos, la comida
no es distribuida a la gente que la necesita más.

El hambre infantil también está relacionada con las presiones
demográficas creadas por altos niveles de fertilidad y un rápido
crecimiento de las poblaciones. Por eso, una mejora del estatus de la
mujer y una superior educación deberían colaborar en la resolución del
problema.

Información adicional en:
http://www.osu.edu/researchnews/archive/chldhngr.htm
http://www.soc.sbs.ohio-state.edu/jcj/


cTarkus

http://www.laplace.com.mx

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